En menos de una semana tuvimos todo lo contrario, una ciudad realmente gris, contaminada como no la había visto tampoco y claro con todo lo que conllevó en cuanto a las medidas para disminuir la contaminación (la famosa contingencia). Y como anillo al dedo, tuvimos hace algunos días las activaciones mundiales de “la hora del planeta” y “el día del agua” para ayudarnos a tener más conciencia sobre los recursos que tenemos y cómo los manejamos.
Muchos cuestionan la veracidad del calentamiento global pero creo que la tierra misma nos está dando señales claras en ese sentido. Pero, ¿estamos realmente preocupados y ocupados en este tema?
Según los estudios que desarrollamos en Kantar Worldpanel, en los últimos años ha disminuido el número de hogares que tienen dentro de sus principales preocupaciones el tema del cambio climático. Les comparto algunos números:
Como vemos, estamos menos preocupados por esta problemática u otros temas han estado ganando importancia (tales como: Crisis económica, Inseguridad, Salud, Aumento de precios/inflación y la Educación de nuestros hijos).
79% de los hogares están conscientes de que quien más puede influenciar un cambio en cuestión ambiental somos la población en sí. El 67% declara que se preocupan por el medio ambiente por el mundo que dejarán a sus hijos. Esto lo debemos recordar todos los días, justo cuando nos vamos a bañar para no desperdiciar agua, no usar el auto si no es realmente necesario, etc. Si bien las autoridades tienen mucho por hacer, cada uno de nosotros podemos cooperar con nuestro granito de arena. Sólo a un 7 % de los mexicanos podríamos llamarles realmente ecológicos, ya que su estilo de vida, hábitos y conductas se basan en el impacto ambiental, odian el desperdicio y tienen una actitud y un pensamiento verde. En contraste, un 12% de los mexicanos son Zero Green, es decir, el cuidado del medio ambiente no es su prioridad, no conocen del tema y otros asuntos son los que ocupa su mente. Pero el resto estamos en ese otro 81% que seguro podemos ayudar un poco más a nuestro planeta. Pongamos manos a la obra ahora que todavía hay tiempo y que la tierra nos lo está reclamando a gritos.
