El marketing de experiencias es una herramienta que pretende hacer un impacto de peso para la relación entre clientes y marca, en donde las personas son valoradas y el objetivo, en función de las vivencias que se les puede ofrecer.
Ofrecer productos y vivencias
Al proporcionar la posibilidad de tener una vivencia de peso, con acciones sorpresivas y creativas, el consumidor se lleva la idea de la marca impresa en la mente. Sin embargo, el marketing de experiencias busca activar los sentidos del cliente, entre más sentidos y emociones toque, será más productiva la campaña.
El consumidor conecta sus emociones y sensaciones con la marca y también con los productos. En sí no se treta de atacar sensaciones exclusivas, sino de apelar a todas, pues no se sabe cuál de ellas va a ser más efectiva con cada consumidor.
Tampoco es necesario contar con un presupuesto demasiado amplio. Se podría impactar al público con acciones simples que logren despertar la curiosidad del receptor, sólo se requiere de una actividad que saque de lo habitual al público.
Para implementar una estrategia de marketing de experiencias se requiere:
- Conocer las técnicas que se están haciendo
- Planear una acción que se genere una reacción de sorpresa, duda, alegría.
- Transmitir un mensaje a través de la experiencia.
En muchas ocasiones se trata de animarse a romper la rutina con campañas llenas de creatividad.
Aunque el marketing de experiencias se enfoca en despertar las emociones del público, no hay que olvidar hacer un enlace de asociación entre la acción y la marca, es muy importante no dejar de lado el enfoque del propósito principal de la acción.
Con un evento que ponga en jaque las sensaciones, se pude:
- Conseguir posicionar la marca
- Quedar en la mente del público
- Fidelizar a los clientes
- Generar más ventas.