Por un lado las marcas comienzan a aplicar sus presupuestos y los medios a pautar con singular alegría, sin embargo, también las estrategias alternativas tienen cabida con esta ola de calor.
Muy famosa se convirtió esa activación en la calle con unas bicicletas fijas frente a un edifico el cual iluminaba una silueta rosada de un hombre bailando. Personal de un centro deportivo invitaba a señoritas transeúntes a montarse en la bicicleta para hacer que el holograma bailara y se desnudara. Fue así como concluyeron una sesión muy intensa de ejercicio, con el trasfondo emocional de que al moldear su cuerpo, un hombre sensual les esperaría como recompensa.
En últimos días, por las redes sociales circula una activación en playa para promover el lanzamiento del libro ‘Maestra’ de Lisa Hilton, quien fuera rebautizada como L.S. Hilton después de un peregrinar en editoriales por haber escrito un material que se excedía en los erótico.
La activación fue muy sencilla, nuevamente subida de tono para atender a la filosofía del libro, por tanto un par de hombres en bañadores diminutos de color rojo, con letreros del título del libro en el trasero, paseaban por la orilla de la playa, levantando suspiros por su musculatura y por la generosidad de obsequiar libros a las chicas que se atrevían a saludarles.
Una de mis activaciones en calle favoritas, es la que es promovida por agencias de viajes, hoteles, aerolíneas y destinos de playa, pues literalmente la trasladan para colocarla en un crucero, camellón o en plena calle. Además de la decoración, una promoción en letreros o volantes, lo que detona las palpitaciones es la piel de los que por lo general juegan boli de playa, están sentados en un camastro tomando una bebida muy caribeña o simplemente modelando en medio de la ciudad para lucir el bikini que puedes llenar puesto o quitar si eres afortunado.
El BTL sensual y sexual es recurrente como un detonador de emociones, para muestra “Las 50 sombras de Grey” y ahora la “Maestra de Hilton”, lo que nos demuestran es que el ser humano guarda un lugar muy especial para su instinto, le gusta jugar, conquistar, incluso someterse.
Por lo tanto, aquellos que hacemos marketing para activar, promover o publicitar de manera retadora, debemos recordar que podemos sacarle provecho, primero armando estrategias que atiendan de manera muy concisa alguno de los atributos de la marca o producto, luego recordándoles a nuestros clientes que el sexo vende, pero que también cuesta.