En la psicología clásica del psicólogo estadounidense Ulric Neisser, la percepción es definida como un proceso activo y constructivo donde receptor antes de procesar nueva información (y con los datos archivados en su conciencia), construye un esquema informativo anticipatorio que le permite constatar el estímulo y aceptarlo o rechazarlo, según un reporte de la Universidad de Murcia.
Sin embargo, en la psicología moderna se considera a la percepción como un flujo informativo constante que a través de la estimulación de ciertos sentidos se obtiene información del ambiente y nuestra interacción con ellos, lo que tiene un gran impacto a nivel interno como en el aprendizaje, emociones y reacciones a determinados estímulos.
El marketing la percepción es un componente muy importante a la hora de desarrollar estrategias de marca, principalmente porque todos los esfuerzos realizados tendrán un impacto en una persona (que en la mejor de las situaciones) tomará una decisión de compra a favor de la propuesta presentada.
Por otro lado, en términos comerciales, el valor de un producto o servicio tiene un impacto sobre el beneficio percibido, por lo que un consumidor al darse cuenta del valor diferencial o el valor creado para él, sin dudar tomará una decisión de compra.
Pero la percepción va más allá de los gustos y preferencias personales. En la estrategia de marca es imprescindible llevar a cabo una investigación de mercados para comprender la manera en que los elementos del mix de marketing influyen en la decisión de compra del comprador.
Por lo que es necesario analizar la respuesta de mercado ante el branding de la marca, a través de aspectos como la calidad del producto o la reputación de la compañía, así como la percepción del precio mostrado en punto de venta. Otros factores que influyen en la percepción del comprador son las palabras utilizadas en la comunicación de la marca, los colores, la estética del producto, las imágenes gráficas, las plataformas de comunicación, entre otros.
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