De acuerdo con un informe de Tech Crunch el futuro del retail no luce nada bueno para los consumidores debido a tres razones muy importantes.
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El retail como lo conocemos cambiará por siempre, el uso de la tecnología está afectando a los retailers tradicionales. Los más afectados podrían ser los que venden electrónicos, electrodomésticos, equipo deportivo y mobiliario, incluso parte de la industria de bienes de consumo.
La guerra de precios en conjunto con el uso de nuevas tecnologías están eliminando a los competidores poco a poco. Es necesario que los retailers se re inventen y busquen nuevas formas de atraer a los consumidores principalmente vía online.
El informe de Tech Crunch detalla que basta con mirar las tendencias de compra en retailers tradicionales como Best Buy, Staples, Radio Shack o Sears para darnos cuenta del problema.
Se avecina el “Retailgeddon“
Los e-tailers han comenzado a dominar el mercado dejando a un lado a los retailer tradicionales y están aprovechando para comerse todo el pastel. Sin embargo, para enfrentar el llamado “Retailgeddon“, muchas empresas de retail tradicional se están preparando desde hace algunos años para ofrecer buenas experiencias en sus tiendas online. Entre más se apresuren, parte del pastel también será para ellos.
Uno de los retailers tradicionales que está listo para enfrentar el “Retailgeddon” es Walmart. Su estrategia de e-commerce lo ha llevado a competir directamente con Amazon y otros grandes e-tailers. Los retailers tradicionales deben seguir el ejemplo de los grandes para poder primero sobrevivir al futuro cercano y luego seguir creciendo.
El “Retailgeddon” puede traer como consecuencia despidos, protección por banca rota, cierres de sucursales y hasta extinción completa. Aunque parece un futuro nada halagüeño, existe esperanza.
En momentos de crisis, siempre sale a relucir el instinto de supervivencia. Las pequeñas empresas de retail tradicional tienen una ventaja para competir con las más grandes y sobrevivir; su creatividad y el contacto directo con el consumidor. Entre más creativas sean las formas de ofrecer productos o servicios será mejor la experiencia que hagan vivir a sus consumidores, eso traerá como resultado la permanencia de los clientes tradicionales, la atracción de clientes nuevos y la supervivencia del retailer.
Consecuencias del futuro del retail en el consumidor
Existen tres factores que podrían afectar la experiencia de un consumidor de e-tailers:
1. Los consumidores no podrían vivir una experiencia sensorial con los productos. el tocar, oler, saborear y mirar un producto antes de comprarlo es una experiencia única que solo se vive en un retailer tradicional. Hay que vender experiencias con los productos.
2. La experiencia de compra puede resultar incompleta. En la compra tradicional miras, tocas, hueles, pruebas y en ocasiones hasta degustas un producto, si te agrada lo compras y te lo llevas a casa. Ese ciclo se rompe en un e-tailer; el comprar un producto que te va a llegar al menos un día después (en el mejor de los casos) y que no tuviste la oportunidad de probar antes, puede provocar lo que llama Victor O. Schwab (autor del libro “How To Write a Good Advertisement“), un “factor emocional fundamental” no satisfecho.
De acuerdo con Schwab, una decisión de compra emocional está basada en varios factores que queremos ahorrarnos o reducir: tiempo, riesgo, malestar. Y en muchos casos un e-tailer no te lo ofrece. Los que sí lo hacen, son los que han tenido tanto éxito.
3. La tecnología ha logrado rápidamente a cambiar la economía tal como la conocemos. Lo que comenzó como un beneficio esperanzador (más competencia, mejores precios), con el tiempo se convertirá en un lugar donde estaremos atrapados bajo un sistema que sera difícil de romper. Todo debido a los altos costos impuestos por las empresas OEMs (Original Equipment Manufacturers) como Apple, Samsung, consolas de videojuegos, Beats, etc.. Los productos de menor precio, por lo general no están respaldado por las grandes marcas, lo que genera desconfianza en los consumidores y por ende sus ventas no son tan competitivas. Las OEMs no dejan mucho margen de ganancia a los retailers y el consumidor termina pagando los costos predeterminados de los mismos.