Me explico:
Microsoft, al crear Windows, revolucionó la industria de la computación con un beneficio principal: hacer que el uso de los sistemas computacionales sea mucho más amigable. Recuerdo, cuando mi papá compró la primera computadora en casa. Todo era meter comandos e instrucciones con el indispensable apoyo de un manual, o la paciente guía de un ingeniero en computación que le “sabía bien”.
El gran diferenciador de Apple: simplicidad. No sólo en la estética de sus productos y el minimalismo de su imágen, además en su sistema operativo. Su comuniación también es siempre clara, directa y con un solo mensaje a la vez.
McDonald´s no únicamente adapta sus productos a cada región para hacerlos más cercanos, también presenta menús simples. De tal manera que, no solo la comida, sino también el proceso de elección, pueda ser rápido y simple.
In-N-Out Burger emplea la simplicidad con una muy reducida variedad de sus productos, para poner el foco en la calidad y la rapidez.
Karne Garibaldi, la famosa cadena tapatía, es un muy claro ejemplo mexicano del famoso dicho “menos es más”. Tener una variedad tan reducida de platillos, no solo permite que mantener la calidad en sus sucursales sea mucho más sencillo, también favorece la gran agilidad en los procesos de preparación y entrega de sus alimentos, al grado de ostentar el titulo de ser la cadena con el servicio más rápido del mundo.
En el ámbito de la comunicación y la mercadotecnia en específico, la simplicidad juega un papel fundamental. Tratar de comunicar todos los atributos de una marca al mismo tiempo, o en una misma campaña, es el camino más corto para que los mensajes pasen desapercibidos e incluso, confundamos a nuestra audiencia.
No es la cantidad, sino la claridad.
Los expertos en psicología y neuromarketing coinciden en que simplicidad es clave para lograr una mayor claridad y facilitar la comprensión. Lo es más, en una época y entorno donde la información es cada vez más abundante y el tiempo más escaso.
Los mensajes simples son más fáciles de digerir y recordar para nuestro cerebro, que suele descartar lo que le resulta complejo, para dar prioridad a la información concisa y clara que percibe. Esto, reduce la carga cognitiva y permite una mejor retención del contenido.
El famoso psicólogo y periodista Daniel Goleman, en su libro Focus, enfatiza la importancia de la claridad y la conciencia emocional en la comunicación, lo que sugiere que los mensjes simples y directos suelen ser más efectivos al evitar malentendidos y promover un mejor entendimiento.
Por su parte, el experto en neuromarketing y autor del libro Brainfluence, Roger Dooley, destaca que el 95% de las decisiones de los consumidores son subconcientes (sabemos que en realidad, las emociones predominan sobre el razonamiento) y, la simplicidad, ayuda a transmitir los mensajes de manera más accesible para el subconsciente. Dooley sugiere que el uso de imágenes simples y emocionales favorecen el proceso para captar la atención y guiar el comportamiento del cosumidor.
De la misma manera, un buen copywriter sabe que el secreto de la escritura persuasiva, radica en la capacidad de crear imágenes claras y sencillas en la mente del lector. Esto, que también es fundamenal en novelistas y guionistas de cine y televisión, solo es posible al transmitir un solo concepto a la vez.
En la política, todos recoramos campañas ganadoras que construyen su narrativa sobre un solo concepto, simple y claro, como es el caso de Yes we can! de Obama o bien, el de Make America Great Again! de Trump.
Las mejores estrategias en el ámbito del marketing digital, son las que se centran en solo una acción que además tiene que ser fácil de comprender y ejecutar, ya sea captar tu correo electrónico, lograr que des clic a un botón que te direccione a una página específica, o conducirte por una pasarela de pago para concretar una venta. Nunca, las tres acciones al mismo tiempo.