Dice la Canaco que el Buen Fin arrojó una derrama de 160 mil millones de pesos, algo inesperado, pero desde mi punto de vista el crecimiento en ventas va de la mano con una alza en la desconfianza de los consumidores.
Más artículos de Félix Ríos:
¿Hacer negocios por internet?
Creatividad a 3 ojos… o más
Días anteriores al Buen Fin escuché muchas teorías conspiradoras entre las que destacaban:
– Te suben los precios para después bajarlos, y a veces ni siquiera los bajan al precio anterior sino que lo dejan más elevado.
– Sólo ponen en oferta los saldos.
– Sólo te dan meses sin intereses, y todo el año siempre encuentras ese tipo de ofertas.
Días posteriores escuché los testimonios de los decepcionados que decían:
– Yo compré algo y después en otra tienda el mismo modelo estaba más barato
– Un amigo me dijo que lo que compré es un modelo que salió defectuoso
– A la tienda de ropa que fui, al parecer sólo sacaban 3 prendas con oferta y todas de talla grande
No quiero generalizar diciendo que todos los comercios trataron de aprovecharse del Buen Fin, pero lo que sí es cierto es que ahora tienen que pagar justos por pecadores, porque para la siguiente edición todas las empresas tendrán que pensar en cómo competir con buenas ofertas y además ingeniárselas para hacer que los consumidores confíen en su oferta.
Este tema lo discutí con amigos, socios, familiares y hasta con mi novia. Mi conclusión es sencilla, creo que en México lo que está afectando es la cultura para hacer negocios, sinceramente no podemos imitar un “Black Friday” porque simplemente estamos acostumbrados a hacer negocios de diferente manera. En Estados Unidos me imagino que los empresarios ven al “Black Friday” como un día al año en el que no se van a hacer millonarios pero van a consentir a sus consumidores, mientras que aquí veo que los empresarios lo ven como un día en el que se pueden hacer millonarios aprovechándose de los consumidores. Aunque no lo crean no soy malinchista simplemente veo que las diferencias existen.
Es necesario que conozcamos los diferentes tipos de ofertas y sus objetivos, por ejemplo, están las ofertas de introducción que utilizan las nuevas empresas para darse a conocer y para que los consumidores prueben los productos y / o servicios; por otro lado están las de los saldos o fin de temporada, que sirven para deshacerse de aquellos productos rezagados o próximos a perecer; también están las de crisis, que se enfocan a tratar de mantener una demanda en momentos difíciles para la economía de las familias; las de desplazamiento son aquellas que buscan aumentar las ventas o mover más rápido ciertos productos; pero también están las de celebración o premiación, las cuales pretenden premiar y apapachar a los consumidores por la preferencia, fidelidad o por celebrar alguna fecha en especial y precisamente creo que las del Buen Fin entran en esta última categoría.
Todas las promociones tienen una implicación directa con las ventas pero también con la reputación de las marcas, así que antes de entrar a cualquier promoción pensemos en cuáles son los objetivos comerciales y también los de la marca, sobre todo para sacar provecho de momentos especiales como el Buen Fin y evitar que este tipo de promociones sean el fin de una buena reputación.