Las ventas online son cada vez más recurrentes en México. El crecimiento de las tiendas online ha estado acompañado de la penetración de los dispositivos móviles, debido a una práctica que realiza el consumidor: el web rooming, que consiste en la evaluación de productos desde el dispositivo para realizar la compra ya sea de manera física o digital.
En México, se estima que existe un 48 por ciento de probabilidad de que un internauta ponga atención a la publicidad online. Datos de IAB México señalan que 58 por ciento de los consumidores buscan más información después de ver publicidad; 46 por ciento compra, pero no internet y 42 por ciento compra en línea.
Entre las fuentes de información más importantes destacan el sitio web o app de la tienda (53 por ciento), buscadores (52 por ciento), sitios multicategoría (49 por ciento), redes sociales (43 por ciento) y recomendaciones de amigos (39 por ciento).
Las limitaciones del e-commerce mexicano
El desarrollo del comercio electrónico en México está generando un importante data sobre el consumidor mexicano. Se comienzan a reconocer las demandas del shopper, las marcas están diseñando estrategias acorde a las necesidades del cliente, sin embargo, el sector aún cuenta con limitaciones.
Entre los principales retos del e-commerce se encuentra el aspecto de la distribución que muchas veces se convierte en el principal temor del cliente, según la AMVO. Pero las promociones (48 por ciento), y productos que no están disponibles en tienda (47 por ciento), son razones para comprar en línea.
Según el Banco de México (Banxico) y la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), las transacciones en línea registraron crecimientos del 49 por ciento en comparación con el ejercicio del año anterior; por otro lado se prevé que el comercio electrónico en México crezca un 38 por ciento en 2023.
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