El crecimiento económico de México fue un tema que no motivó las inversiones en el país durante el último año. Esta semana el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), informó que la economía mexicana se estancó en el tercer trimestre de este año, luego de que reportara que el Producto Interno Bruto (PIB) tuvo un nulo crecimiento entre julio y septiembre de este año, respecto al trimestre anterior.
Las cifras acumuladas entre enero y septiembre de este año, según el Inegi, muestran que la economía tuvo una contracción económica, lo que se catalogó como una recesión técnica. Por otro lado, el Banco de México (Banxico), por quinta ocasión consecutiva, disminuyó su pronóstico de crecimiento económico para el 2019, situándolo en un rango de entre -0.2 por ciento y 0.2 por ciento desde el intervalo ubicado entre 0.2 por ciento y 0.7 por ciento. Además, en su Informe Trimestral de Inflación, Banxico muestra su su previsión del Producto Interno Bruto (PIB) de entre 1.5 por ciento a 2.5 por ciento a un rango del 0.8 por ciento a 1.8 por ciento para el 2020.
En tanto, el presidente de la Asociación de Bancos México (ABM), Luis Niño de Rivera, ha señalado que la banca jugará un papel importante para brindar mayor crédito a las familias mexicanas, visto que el próximo año el crecimiento económico estará en manos de la iniciativa privada para reactiar la inversión necesaria para que se generen las condiciones necesarias de crecimiento.
Por ejemplo, la presentación del Plan Nacional de Infraestructura (PNI), es un proyecto que ha sido bien recibido por inversionistas del país. El empresario mexicano Carlos Slim apoyó la realización, y señaló que la infraestructura es es parte del crecimiento económico y que las próximas inversiones serán un importante detonante.
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