¿Entrar en pánico o no? He ahí el dilema. Es una cosa muy complicada. Ayer un cliente me preguntó qué es la templanza cuando use la palabra en uno de mis speechs de venta de ideas y estrategias. Me hizo pensar por qué estoy usando tanto esa palabra últimamente. La templanza es moderación, sobriedad y continencia. Y sí, por el momento es mi principal recomendación y consultoría en mercadotecnia de experiencias y comunicación estratégica. Hoy leí un post en al Instagram de lenompb que susurraba en letras arial negras en u solitario fondo blanco: “QUE NO PANDA EL CÚNICO”, dicho de el Chapulín Colorado, un super héroe televisivo latinoamericano en los años setenta del siglo pasado. Esta es mi segundo consejo. El pánico es normal y humano. No lo podemos evitar. Lo que podemos moderar es nuestro discurso hacia afuera y no salir a gritar — ¡Fuego! ¡Fuego! — despavoridos como quinceañeras histéricas y ezquizoides. Templanza ¿Qué si tengo miedo? Sí, mucho. Pendo de un hilo. De que me suspendan varios eventos en donde he invertido tiempo y dinero. Ni mis clientes ni yo queremos ser los primeros en pronunciar la palabra “Cancelación o suspensión” Es parte de la vida, si todo se suspende, serán ensayos generales de la vida porque de todo se aprende. De lo perdido, lo que hay.
¿Qué está pasando en realidad?
No lo sabemos del todo. Entre miles de teorías del complot, lo que sí es que China y EE.UU traen una guerra comercial muy perrona y para Trump (que es un genio de la comunicación política posmoderna) y EE.UU entre menos crezca China y más inercia productiva y velocidad le quiten China , para ellos y para la campaña de Trump mejor. China es el motor económico y la fábrica del mundo. Ayer, Trump, salió en un discurso memorable a insinuar que saldrá a defender a los americanos y al mundo occidental del virus chino y extranjero asesino que nos amenaza a todos. Sin dudas, es el mejor presiente para EE.UU en este momento y en esta coyuntura. Es el perfecto rufián que sale a defender lo que le queda de hegemonía a EE.UU frente a China y Europa. Nótese que ayer suspendió todo los vuelos desde Europa a cualquier ciudad de Estados Unidos, con excepción de Reino Unido. Interesante.
Bueno, pero ¿Qué hago, corro o sigo mi vida normal? ¿Salvo mi vida? ¿Qué le digo a mi cliente?
Toma precauciones sin caer en la paranoia. Practica la templanza cada media hora. Si eres un hombre ó mujer joven y relativamente sano, si te enfermas de Coronavirus, sobrevivirás. Te lo garantizo. Usa estos tiempos de incertidumbre para reflexionar y prepararte con precaución. El silencio es la mejor respuesta. Escucha. Sigue operando. Por qué si nos detenemos todos, será un verdadero daño económico irreparable. Practica la empatía con tus clientes y pórtate sensato. Porque todo lo bueno y lo malo pasa. Infórmate y trata de infundir miedo lo menos posible. Tarde o temprano, pase lo que pase, al final, no pasa nada.