El camino al éxito, ¿existe?

Claudio Méjan, Director General de una agencia

¿Cuántas veces te has preguntado: cuál es el camino al éxito? ¿Cuál es la fórmula para encontrarlo? Sin duda, más de uno que está leyendo esto le ha roto la cabeza pensando y buscando ese famoso camino, y quizá no lo cuestionamos como tal pero en lo personal si ha resonado en mi cabeza la voz que dice: “y ahora, ¿cómo le hago?”

Y es que a veces vemos a grandes líderes hablar de lo exitosos que son, de lo sencillo que fue encerrarse en su habitación y lanzar una plataforma que después se convertirá en una de las más populares y rentables, pero no, no es tan sencillo, el camino al éxito es algo personal, es la sazón de cualquier receta, es algo que no se puede imponer, sino que uno va formando.

No es fácil lograr los objetivos, no es fácil trascender o conquistar un nuevo mercado. Yo comparto el esfuerzo y la lucha ante las adversidades, y no es fácil conquistar nuestras metas cuando tenemos situaciones, personas y elementos de nuestro entorno en contra.

Sin embargo, muchas personas confunden la dificultad de transitar el camino del éxito, con la imposibilidad de alcanzar la cima.

El camino al éxito tiene tantas variantes, tantas metas y en el caso del liderazgo quizá es un poco más complicado, ya que no solo debes pensar en ti, debes encontrar una meta en común con tu equipo, definir el éxito tanto personal como grupal y comenzar a pintar y seguir esa línea que te llevará a esa meta. Requiere de trabajo, esfuerzo, constancia y dedicación, entre otras cualidades.

Citando frases del pasado y de grandes figuras como la de Winston Churchill: “el éxito consiste en aprender a ir de fracaso en fracaso, pero sin desesperarse”. Paso a paso, el camino hacia el éxito conlleva varios escalones de errores, retroalimentación, mejoras y vueltas a equivocarse de nuevo, que sólo a través de la perseverancia podrás mantenerte en el camino.

Todos los triunfos tienen un origen que comienza de lo pequeño y van creciendo en el tiempo. Es preciso arremangarse y ponerse en acción. Durante ese periodo te esperarán miles de retos y obstáculos que no tenías contemplados que pudieran ocurrir. Tendrás que realizar tareas complicadas y otras cuestiones que nadie querría tener que enfrentar. También habrá situaciones que van a asustarte, que drenarán toda tu energía y siempre la opción de tirar la toalla aparecerá en los momentos más difíciles.

Debemos recordar que solo como consejo puedo decir que algo que me funcionó fue no dejarme llevar por la definición de otros, aceptar que requieres de trabajo, esfuerzo, constancia y dedicación, aunque acá entre nos, cuando es algo que te gusta, el esfuerzo no lo sientes, solo lo vives.

He leído mucho acerca del éxito, caminos para lograrlo y quiero compartirte algunas ideas que te ayudarán a definir el futuro.

1. Apasiónate: La pasión mueve de manera automática tu voluntad de llevar a cabo una tarea, encuentra un lugar en el que te identifiques rápidamente y sientes que puedes explotar tus fortalezas.

2. Consistencia: Básica para no bajar la guardia, lucha todos los días con esa fuerza que te dice: “Hoy no vayas al gimnasio”, “hoy duerme un ratito más”, “para qué lo mando hoy si todavía mañana hay tiempo…”

3. NO PROCRASTINES: Yo tengo TDA por Hiperactividad formalmente me diagnosticaron a los 42 años, a partir de ahí que he comenzado mi tratamiento estoy mucho más concentrado. ¡Atiéndete!

4. Conócete: Así como hacemos un FODA de las empresas, de los proyectos existen muchas herramientas que te ayudarán a identificar tus fortalezas y debilidades. Todos los exámenes psicométricos que malamente creemos sólo se deben de utilizar para un proceso de selección son muy enriquecedores para conocer más de tí.

5. Escucha primero y luego hablas: Bajo la percepción que tenemos sobre nosotros mismos, no permitimos juicios o retroalimentación hacia nuestro desarrollo. Escucha a los demás primero, analiza con calma lo que te están diciendo y luego emites un juicio o una opinión.

6. Maneja tu inteligencia emocional: Deja de tomar decisiones con el estómago, respira, piensa y luego actúas. Tranquilo podrás tomar mejores decisiones, escuchar mejor, aprender mejor, y permitirás mayor acercamiento de las personas hacia ti.

7. Perdónate: Sé empático contigo mismo, habrá momentos donde necesites tener un descanso, hacerte a un lado o aceptar que te equivocaste. No pasa nada si de ese error aprendes y creces.

8. Siempre aprende algo nuevo: Sigue tu educación de manera regular, todo tipo de cursos, charlas, podcast, libros ayudarán a mantener tu mente llena de ideas, para tomar mejores decisiones o tener mejores referencias.

9. Empatiza con tu equipo de trabajo: Tu equipo es parte fundamental de tu desarrollo. ¿Qué van a aprender de ti? Y ¿Qué vas a aprender de ellos? Es un círculo virtuoso donde tú juegas un papel muy importante. ¿Cómo harás que ellos crezcan y cómo crecerás al lado de ellos? Escúchalos y conviértete en mejor profesionista y mejor persona para que puedas guiarlos de mejor forma.

10. Toma decisiones: Cuando hayas terminado tu proceso de aprendizaje, de análisis es momento de tomar decisiones sin titubear. Comunicarlas de manera rápida y clara a todo tu equipo de trabajo. Compromete tu esfuerzo en función de las decisiones que tomaste.

Para ti, ¿Qué es el éxito? ¿Estás disfrutando del camino? ¿Realmente vas hacia la meta que soñaste? Te invito a que veas tus errores como parte del proceso para lograr el éxito, no existe ninguna persona que haya tenido éxito en su vida o en su negocio que no haya tenido un fracaso, pero es importante mitigar los riesgos, para construir hacia algo positivo todos los días.

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