La victoria electoral de Claudia Sheinbaum Pardo como próxima presidenta de México, y la posibilidad de que su coalición obtenga la mayoría calificada en ambas cámaras del Congreso, ha desatado un verdadero terremoto en los mercados financieros mexicanos. un día después de los comicios, se vivió una jornada negra para los inversionistas que bien podría marcar el inicio de una nueva era de incertidumbre y volatilidad.
El principal índice accionario, el S&P/BMV IPC de la Bolsa Mexicana de Valores, se desplomó un 6.01%, su mayor caída desde el inicio de la pandemia por Covid-19 en marzo de 2020, según datos de Investing.com. El peso mexicano tampoco se libró del pánico vendedor y se depreció un 4.25% frente al dólar estadounidense, su peor desempeño desde esa misma fecha crítica.
Los resultados electorales, que auguraban un control casi total del partido oficialista Morena y sus aliados en el Poder Legislativo, desataron el temor de los inversionistas ante posibles cambios constitucionales que afecten el entorno empresarial y la autonomía de instituciones clave.
“Incluso si Morena no logra una mayoría de dos tercios en el Senado, los partidos de oposición podrían inclinarse y favorecer a Morena en cuestiones que podrían tener un impacto significativo en el entorno empresarial. Las facciones más radicales del partido podrían ejercer una influencia considerable para impulsar su agenda, como las reformas al poder judicial, al Instituto Nacional Electoral y al sistema de pensiones”, advirtieron los estrategas del banco de inversiones UBS, citados por Investing.com.
En comparación, la reacción de los mercados al triunfo de Andrés Manuel López Obrador en 2018 fue mucho más moderada, con una caída del 2.12% en el IPC. En aquella ocasión, la coalición de Morena no obtuvo la mayoría calificada a través de los votos, sino posteriormente mediante una alianza con el Partido Verde.
Esta vez, el sector bancario encabezó las pérdidas en la Bolsa Mexicana de Valores. Instituciones como Regional, Gentera, Banorte y Banco del Bajío registraron desplomes superiores al 10%, en medio de rumores sobre posibles medidas impositivas más estrictas para la banca durante el siguiente gobierno.
Janneth Quiroz Zamora, directora de Análisis Económico, Cambiario y Bursátil en Grupo Financiero Monex, señaló que “el dominio de la alianza en las cámaras Alta y Baja generó preocupaciones en los mercados por la posibilidad de que se puedan promulgar cambios constitucionales en la próxima administración”.
Gabriela Siller Pagaza, directora de Análisis Económico y Financiero en Grupo Financiero Base, agregó que el “miedo” de los inversionistas gira en torno a posibles retrocesos en la autonomía del Banco de México, la disciplina fiscal y la división de poderes, así como el deterioro de los órganos autónomos.
Más allá de los temores inmediatos, los analistas advierten que el control casi total del Congreso por parte de Morena y sus aliados podría abrir la puerta a una agenda más radical, con reformas de gran calado que impacten el entorno empresarial y la certidumbre jurídica. Algunas voces incluso han sugerido la posibilidad de un “giro chavista” en México, en referencia a las políticas socialistas y estatistas implementadas por el fallecido líder venezolano Hugo Chávez.
Sin embargo, también hay voces que llaman a la cautela y a esperar las acciones concretas del próximo gobierno. Algunos analistas consideran que, si bien las señales iniciales no son alentadoras, aún es prematuro juzgar las intenciones reales de la próxima administración.
“Es cierto que los mercados reaccionaron con temor ante la posibilidad de una mayoría calificada para Morena, pero debemos ser prudentes y esperar a conocer las propuestas concretas del nuevo gobierno antes de sacar conclusiones apresuradas”, comentó Alejandro Saldaña, analista de Vector Casa de Bolsa.
Saldaña reconoce que la incertidumbre política y económica podría mantenerse elevada en los próximos meses, pero confía en que la nueva administración actuará con responsabilidad y respetará los principios de equilibrio presupuestario y libre mercado que han regido en las últimas décadas.
“No creo que veamos un cambio radical en el modelo económico de México. Sheinbaum y su equipo son conscientes de la importancia de mantener la confianza de los inversionistas y de no poner en riesgo los flujos de inversión extranjera directa”, agregó el analista.
Otros expertos, sin embargo, no comparten este optimismo y advierten que el “Efecto Sheinbaum” podría prolongarse más allá del corto plazo, dependiendo de las acciones y señales que envíe el nuevo gobierno.
“El control casi total del Congreso por parte de Morena y sus aliados abre la puerta a todo tipo de reformas constitucionales que podrían afectar gravemente el entorno empresarial y la certidumbre jurídica en México”, afirmó Javier Olarte, estratega de Inversiones Bursátiles Mexicanas.
Olarte señala que, si bien el próximo gobierno podría optar por una agenda moderada y responsable, también existe el riesgo de que las facciones más radicales del partido impongan su voluntad y empujen por cambios disruptivos en áreas clave como el sector energético, la regulación laboral y el sistema de pensiones.
“Los inversionistas temen que la nueva administración busque revertir algunas de las reformas estructurales implementadas en administraciones anteriores, lo que sin duda tendría un impacto negativo en la competitividad y el crecimiento económico de México”, añadió el estratega.
Ante este escenario de incertidumbre, los expertos recomiendan a los inversores proteger sus carteras con acciones sólidas y capaces de resistir las turbulencias, así como buscar oportunidades a largo plazo en medio de la volatilidad.
“En momentos de volatilidad extrema como los que estamos viviendo, es fundamental contar con información oportuna y herramientas de análisis avanzadas que permitan tomar decisiones informadas”, comentó Rodrigo Morales, analista senior de InvestingPro.
Morales recomienda a los inversionistas enfocarse en empresas con sólidos fundamentales, baja exposición al riesgo político y diversificación geográfica, para mitigar el impacto de las turbulencias locales.
“También es importante mantener una visión de largo plazo y no dejarse llevar por el pánico del mercado. A menudo, las crisis también abren oportunidades para los inversores pacientes y disciplinados”, agregó.
El futuro de los mercados mexicanos dependerá, en gran medida, de las acciones concretas del próximo gobierno y de su capacidad para generar certidumbre y confianza entre los inversionistas nacionales y extranjeros. Por lo pronto, el “Efecto Sheinbaum” ha puesto a prueba la resiliencia de los mercados y ha obligado a los participantes a adoptar una postura cautelosa y prudente ante los riesgos que se avecinan.
Con información de Investing.com
