Según un reporte del portal americaeconomia, las monedas de América Latina persisten en mantener una estabilidad para sus respectivos países.
Las economías latinas se sostendrán frente a la volatilidad global pero siguen expuestas a problemas fiscales y la incertidumbre de los comicios en Estados Unidos.
La mediana de las estimaciones para la moneda brasileña en 12 meses fue de 3,75 por dólar, 1,9% más fuerte que en el panorama de junio. El real de Brasil subió 11% en junio a su máximo en casi un año.
El peso chileno y el sol peruano también tuvieron proyecciones estables. Hay que decir que el recién presidente del Banco Central, Ilan Goldfajn, anunció a los inversores en junio de este año al sugerir que la tasa referencial seguiría sin cambios por algunos meses.
En cuanto al panorama para el peso mexicano, la proyección mediana para el peso mexicano se desplomó 4,0 por ciento a 18,2250 en un año. Las estimaciones fueron recopiladas antes de que el banco central mexicano elevara su tasa en 50 puntos básicos el jueves pasado.
La decisión de Banxico, como se conoce al organismo, buscó apuntalar al peso, que se hundió 5,8 por ciento en el segundo trimestre debido a que los temores sobre el “Brexit” golpearon a la moneda de mayor volumen de negociaciones de América Latina.
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