Se necesita un 1% de inspiración y un 99% de transpiración. Sin necesidad de entrar en un debate de porcentajes, el mensaje es claro. Es indispensable tener grandes ideas pero es más importante contar con la capacidad de ejecución, el talento y la disciplina de implementar los planes hasta sus últimas consecuencias.
De la creatividad a la innovación
Esta gran frase, autoría de Thomas Alva Edison, hace énfasis de la importancia de llevar a cabo lo que pensamos y proponemos. La creatividad es pensar cosas nuevas, mientras la innovación es hacer cosas nuevas.
La creatividad es la capacidad de generar nuevas ideas o conceptos, que habitualmente producen soluciones originales. Mientras la innovación se utiliza en el sentido de nuevas propuestas, inventos y su implementación económica. Las ideas solo pueden resultar en innovaciones luego de que se implementan como nuevos productos, servicios, procedimientos, modelos de negocio, que encuentran una aplicación exitosa, imponiéndose en el mercado a través de la difusión.
Resultados
Es claro como en la creatividad está ligada a las ideas brillantes que producen conceptos memorables. Mientras que la innovación está asociada a estrategias de negocio que pueden cambiar y mejorar el entorno del mercado o inclusive crear nuevas industrias o canales de venta.
Un creativo es una persona ligada a las grandes ideas, el innovador es un agente del cambio. De acuerdo al HBR la innovación es la creatividad orientada a resultados. Es crucial hacer una conexión entre las necesidades, deseos, miedos, sueños de los consumidores y cómo las grandes ideas pueden mejorar el nivel de calidad de vida de la gente a través de resultados.
La creatividad se enfoca en destapar el potencial de la mente para concebir ideas originales, por eso muchas veces es difícil de medir. En cambio, la innovación puede abarcar temas tan extensos como son producto, uso, calidad, precio, producción, servicio, nivel de bienestar de vida. Pretende introducir cambios en los sistemas aparentemente estables y está relacionado con la capacidad de hacer que las ideas sean viables.
Una vez que se identifica una necesidad latente y no resuelta, a través del proceso de innovación se pueden utilizar recursos creativos para diseñar una solución que aporte un retorno de inversión.
Sin lugar a dudas, la creatividad es el combustible que deben tener todas las empresas y la innovación es el proceso de poner a producir esas ideas. Como alguna vez dijo Levitt, muchas veces lo que falta no es creatividad en la idea sino innovación en el acto de producción, poner las ideas a trabajar.
La inspiración ya no es suficiente. La innovación es compleja. Se requiere mucha pero mucha transpiración.