Generar una reacción positiva en el target es el objetivo primordial de un mercadólogo cuando se dispone a lanzar una estrategia, sobre todo cuando se trata de una below the line en la que el contacto con los consumidores es más directo y personalizado, por lo que construir experiencias memorables es fundamental.
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Con base en esta idea, a continuación se muestran dos campañas muy distintas, pero con un común denominador: lograron que el target tuviera una experiencia fuera de lo habitual en lugares cotidianos y, por lo tanto, se pusieran de buen humor gracias a dos marcas, la primera de ellas un bar ubicado en Rumania y la otra es Fanta, ambas protagonistas de estrategias de street marketing sumamente creativas.
1. The Trumpets, Rumania
Una estrategia de street marketing muy musical amenizó la tediosa espera de las personas en un parabús en Rumania, pues instalaron una rocola para que pudieran reproducir su canción inglesa favorita mientras llegaba el camión que las llevaría a su destino.
Esta genial idea estuvo a cargo de The Trumpets, un bar británico situado en Rumania que con esta estrategia de street marketing trató de atraer a su target. La estrategia fue idea de la agencia Namogo en dicho país europeo, la cual impresionó a los transeúntes.
Bus Shelters Jukebox In Iasi, Romania from WINK on Vimeo.
2. Fanta, Australia
La marca de refrescos Fanta se promueve en Australia a través de una valla publicitaria que sirve como estudio fotográfico exprés en donde los usuarios pueden imprimir las fotografías que se toman y comparten en Instagram en este colorido anuncio en el que se muestran a uno de los ya icónicos personajes de la marca.
La estrategia se llama concretamente Printergram y consiste en tomarse una fotografía frente a la valla publicitaria, compartirla en Instagram con el hashtag #FantaTastesLike y, de manera automática, la la valla imprime una fotografía en calidad óptima. La idea es de la agencia Ogilvy & Mather.