Si actualmente alguien busca una universidad, institución u organización que ofrezca y garantice que al término del curso serás un individuo innovador, es probable que te quedes en el intento. Si bien todo el mundo está hablando de innovación, las fuentes de aprendizaje son difíciles de encontrar
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Las dos fuentes por excelencia
Acabo de asistir a un congreso bajo el tema disrupción con expositores globales donde el foco de atención en gran medida fue hablar de innovación. 60 minutos es tiempo insuficiente para adoctrinar pero si para dar pistas. Algunos conferencistas coincidieron en que las escuelas (educación básica y avanzada) y las empresas deben ser los principales centros de enseñanza y semilleros de este nuevo requerimiento catalizador de los negocios actuales.
Las empresas como propulsores culturales
Una de las pláticas que más me llamo la atención fue la de Gary Hamel, nombrado por The Wall Street Journal como el más influyente pensador estratégico del mundo y por la revista Fortune como líder mundial en estrategias de negocio. Hamel dejó muy claro la responsabilidad que tienen las empresas en crear individuos generadores de innovación apostando por integrar este chip en su comunidad y esparcir esta cultura de creatividad orientada al negocio.
El antídoto
La innovación es el único seguro contra la irrelevancia, al igual que el único antídoto para vencer el commodity o la única garantía para generar lealtad en el consumidor.
Para Hamel la forma en que las empresas pueden medir la innovación es:
- Cómo cambian dramáticamente las expectativas de los consumidores
- Cómo cambian dramáticamente la economía de la industria
- Cómo cambian dramáticamente las bases para la competencia
Cómo aprender innovación
Empieza por hacerte estas 3 preguntas que te darán una guía sobre el proceso de inmersión en el que te encuentras:
- ¿Has sido entrenado como un innovador de negocio?
- ¿Tienes acceso a un presupuesto de experimentación?
- ¿Tu y tu jefe tienen claramente definido como medir la innovación?
La experimentación es el principal motivador para aprender a hacer innovación, es la aritmética de la innovación. Los laboratorios son el impulsor ideal de esta nueva cultura y el lugar propicio para aprender a desarrollar este nuevo concepto.
Fundamentos del aprendizaje
La innovación vive en culturas donde el control no funciona, existe la libertad. Se rompen reglas, se puede perder el tiempo, se experimenta, se toman riesgos, se sigue la pasión. La innovación es un trabajo diario, es una inspiración.
Si tu empresa sigue estos lineamientos puedes estar seguro que estás en una gran escuela de innovación. De lo contrario, no pierdes nada en proponerlo.