Las donas, acompañantes perfectas del café para mucho, son las más recientes víctimas del feroz proceso electoral de este 2016.
Dunkin’ Donuts anunció que sus ganancias no llegaron a las expectativas pese a reportar ventas más altas de lo que analistas esperaban.
Uno de los factores que influyeron para estos resultados fueron los cambios en los costos de combustible y de la regulación en estampillas de comida, pero además está la incertidumbre que las elecciones presidenciales generan en el consumidor.
El CEO de la compañía, Nigel Travis, mencionó todos estos elementos y afirmó que “todos estaremos felices cuando (la elección) haya pasado”.
Agregó que, en general, el nulo crecimiento se debió a la incertidumbre por la elección no sólo presidencial, sino también de Senadores y de representantes locales, además del miedo a cambios en regulaciones y a desconocer los posibles incrementos al salario mínimo.
Para las franquicias, la incertidumbre es normal ante los planes opuestos para la economía de Estados Unidos que tanto Hillary Clinton como Donald Trump han propuesto durante sus campañas.
¿Por qué las elecciones no perdonan ni a las donitas?
Este fenómeno no es una novedad y expertos han indagado en el mismo a fin de conocer el porqué los procesos políticos afectan el comportamiento de los consumidores.
Las Universidades de Princeton y Chicago encontraron que una elección afecta la perspectiva de los compradores a largo y mediano plazo, pero no a sus gastos inmediatos, esto de acuerdo con Business Insider.
Por su parte, la Universidad de Michigan refirió que, según un estudio, la confianza de los consumidores para octubre de este año es la más baja desde agosto de 2014.
Richard Curtin, el economista que lideró el estudio, afirmó que la elección presidencial sí puede tener un efecto adverso en el consumo, en particular para los compradores de menos ingresos.