Donald Trump, presidente electo de los Estados Unidos, representa esperanza para unos y una amenaza real y latente para otros, aunque ninguna de las 2 parece ser adecuada para describir una proyección adecuada de cómo sería la administración de este personaje.
El mercado de valores, por otra parte, aún no parece enfrentar los efectos más negativos por la victoria del magnate, con la excepción de una compañía: Netflix.
Y es que el reciente anuncio del nombramiento de Jeff Eisenbach y Mark Jamison, dos personajes que han sido parte del lobby de la industria de telecomunicación y que se han pronunciado en contra de la neutralidad en la red, como parte de su equipo de consejeros.
El tema de la neutralidad en la red sigue vigente, aunque el mayor debate ha ocurrido en Estados Unidos, que es precisamente el principal mercado para Netflix con 44.7 millones en 2015.
A grandes rasgos, la neutralidad en la red significa que las compañías proveedoras de servicios de Internet no podrán aumentar sus tarifas de acuerdo con el contenido, de manera que para un usuario cueste lo mismo enviar un mensaje de texto por Whatsapp que descargar una película por Netflix.
Si la neutralidad en la red es eliminada, un proveedor de Internet como AT&T-Time Warner puede darle más velocidad a sus propios servicios de streaming como DirecTV, HBO o Turner y elevar el costo de la velocidad para Netflix.
En tanto la administración de Barack Obama ha apoyado la neutralidad en la red mediante políticas como Open Internet, la política de Trump parece ir en sentido contrario.
- Netflix contó con 44.7 millones de suscriptores solamente en Estados Unidos en 2015, de acuerdo con datos de Statista.
- Para 2020, se espera que, además de Estados Unidos, los países con más suscriptores de la firma sean Brasil, Alemania, México, Reino Unido, Francia y Canadá.