Al menos en el Distrito Federal, la ciudad está cubierta de publicidad exterior. Podemos ver desde vallas, parabuses, mobiliario urbano, publicidad móvil… y hasta espectaculares o los tan famosos billboards.
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Creo que hay que considerarlos, casi únicos, dentro de una categoría de diseño aparte.
Tienen modos de comunicación e incluso producción que salen del estándar de cualquier otro producto de diseño.
Para diseñar un billboard lo primero es tener las características, no sólo de impresión o producción sino de visualización. Evidentemente no es lo mismo poner un anuncio sobre una vía rápida que sobre un edificio que se encuentre en una esquina sobre una calle con mucho tráfico. Muchas de las veces no podemos tener la ubicación final, antes de diseñar, pero en todo caso, el arte final debe cumplir con los objetivos de comunicación y sobre todo lectura, para ambos casos.
Si pudiera definir los puntos más importantes para reflexionar y no cometer errores garrafales al diseñar un billboard, más allá de tomar en cuenta la ubicación final, serían:
Poco texto. En serio, muy poco texto. Es decir: el mínimo indispensable para comunicar lo que tenemos, con la característica de poder ser leído (no visto) en 20 segundos. Últimamente he visto tantos espectaculares con textos incansables y letras chiquitas que me espanta que exista el creativo que lo diseñe y el cliente que lo apruebe. Por otro lado, creo que es importante explicarle al cliente que un billboard no sirve para comunicar las letras chiquitas de nada. Si pudiera hacer una ficha técnica de comunicación, claramente este no es el medio óptimo para informar de manera puntual y detallada ningún producto.
Buen Concepto o fotografía. La famosa frase de una imagen dice más que mil palabras, aplica aquí. Un concepto que integre en su ejecución a la fotografía y/o imagen es perfecto. Al final del día el cerebro humano percibe significados, y muchas veces, una imágen es mucho más pregnante (memorable).
Mensaje contundente. El mensaje será creado por la totalidad del anuncio, y muchas veces puede confundirse sólo con el texto. En realidad la comunicación de un billboard es un gran todo. El famoso “call to action” generalmente es un llamado para que el usuario final ejecute alguna acción, esto es justo a lo que me refiero, a que el mensaje de comunicación integral de la pieza debe de ser contundente: diseño o imagen y texto integrado para comunicar un gran todo que funciona y que mueva al usuario; ya sea en sentido figurado o literal.
Los errores de impresión, imagen y texto, me parecen tan retrógradas y tan fuera de nuestro foco que ni si quiera los cito. Sin embargo, hay muchas partes y detalles técnicos que cuidar para no lanzar una campaña donde el brillo sea por los errores.
Aquí les dejo algunos ejemplos de excelentes billboards que cumplen justo, con los elementos que menciono. Hasta la próxima.