El Buen Fin, que se lleva a cabo entre este 18 y 21 de noviembre en México, es una fecha inspirada por otra similar de Estados Unidos: el Black Friday.
No obstante, la principal celebración al consumo en el vecino del norte tiene diferencias importantes con su versión mexicana.
Su origen
Quizá el punto más obvio, pero no por ello menos importante. El origen del “Black Friday” no es el de una iniciativa gubernamental, sino la combinación de varios factores que los negocios buscan aprovechar.
En particular, se trata del viernes siguiente del Día de Acción de Gracias en EU, un día que la mayoría de las empresas dan a sus empleados para que éstos tengan un “puente” de 4 días, lo que permite a los consumidores aprovechar ese día para hacer sus compras de fiestas de fin de año.
En el caso del Buen Fin, se trató de un evento inspirado en el Black Friday, pero se trata de una iniciativa que el entonces presidente Felipe Calderón instauró en 2011, en conjunto con varias organizaciones civiles representantes de las empresas mexicanas.
Su duración
El Black Friday dura un solo día, mientras que el Buen Fin se extiende del viernes al lunes siguiente, generalmente el día de asueto correspondiente al 20 de Noviembre. Esto último es un aspecto similar al del Black Friday al utilizar un periodo de descanso de 4 días.
Sus ganancias
Por la obvia razón de que la economía de Estados Unidos es mayor que la de México, las ganancias que esta fecha representa son superiores para la primera, con 50 mil millones de dólares en 2014 contra los 197 mil millones de pesos (apenas 9.5 mil millones de dólares).
Sin embargo, lo importante es que la tendencia del Buen Fin va a la alza, al pasar de los 106,000 mil millones de pesos en 2011 a 217 mil millones de pesos en 2015, en contraste con la caída de los 52 mil millones de dólares en 2012 a 50 mil millones de dólares en 2014.
