La venta es un concepto fundamental en el mundo del retail. Sin embargo, para que el comprador adquiera un producto depende de distintos factores. Hay algunos que se venden más sencillamente y hay otros que requieren esfuerzo por parte de un vendedor. Esto nos lleva discernir entre la venta activa y la pasiva. ¿Cuáles son las diferencias entre una y otra? Revisemos a detalle el tema.
¿Qué es la venta activa?
Este término se refiere a la que necesita de una fuerza de ventas para que el comprador adquiera el producto en cuestión. En este caso el vendedor se enfoca en persuadir al cliente para que elija aquello que oferta. Para hacerlo basará sus argumentos en las cualidades que tienen el el insumo.
En cuestión de costos, debido a la necesidad constante de contar con un equipo de ventas, es un tanto más caro. Sin embargo, al ser un trato personal, hay mucha más fidelidad por parte del cliente e incluso el nivel de satisfacción aumenta.
La mayoría de los productos que que salen por medio de la venta directa son artículos que se consume con frecuencia moderada y que no son totalmente indispensables.
¿Qué es una venta pasiva?
La venta pasiva, en cambio, donde no hay una fuerza de venta de por medio. Usualmente el cliente es quien se dirige a donde se venden el producto que quiere, lo selecciona y lo compra. El ejemplo más claro de esto es una tienda de autoservicio.
Cabe mencionar que este tipo de venta es menos costosa, pero requiere de una cuidadosa planeación de la presentación de los productos y su ubicación.
Usualmente los productos que salen por medio de la venta pasiva son artículos de primera necesidad. Y aunque su frecuencia de compra sea mayor, lo cierto es que al no haber alguien que trabaje en que el cliente adquiera un producto, la fidelidad hacia el local disminuye.
Entender las diferencias entre venta activa y pasiva nos permite planificar la estrategia con la que queremos presentar un producto o marca al público para que lo adquieran.