Como ha pasado en distintas urbes en todo el mundo, la Ciudad de México ha integrado entre sus opciones de movilidad los servicios de transporte privado como Cabify y Uber, los cuales adquirieron mucha popularidad, por un lado, debido a las tarifas que manejaban en algunos de los viajes (que en taxi serían considerablemente más caros); por otro lado, debido al servicio. No obstante, al paso del tiempo esto ha cambiado, de tal modo que se ha convertido en un dolor de cabeza para muchas personas que hace uso de estas aplicaciones. Como una bocanada de aire fresco, este miércoles 21 de noviembre llega a la capital del país Didi, de origen chino.
InformaBTL realizó la mañana de este lunes 21 de noviembre una prueba del servicio de Didi en un viaje desde el sur hasta el poniente de la Ciudad de México. Por el arranque de operaciones en la capital del país (cuyos viajes pueden terminar en la zona conurbada del Valle de México), se les ofreció a los clientes 500 pesos de descuentos en sus traslados, los cuales serán diferidos y cuya vigencia se extiende hasta el primero de diciembre del 2018.
De momento, sólo está disponible el servicio express (que equivale al Uber X). Al solicitar el viaje, el transporte tardó algunos minutos más de lo señalado por la aplicación (entre 4 y 5), aunque en redes sociales como Twitter los usuarios han mencionado que han tenido que esperar hasta 30 minutos a que llegue el conductor.
Sin embargo, el servicio que se recibió en el viaje de Didi esta mañana recordó a los comienzos de Uber, lo cual, precisamente se convirtió en una de las piedras angulares sobre las que forjó su imperio la empresa de transporte privado y que, paradójicamente, se han transformado también en su talón de Aquiles en la actualidad.
Al platicar a distintos conductores de Uber y al plantearles problemáticas como la falta de compromiso de algunos de sus compañeros para recoger a los usuarios, hacerlos esperar o simplemente ofrecer un servicio deficiente, muchos de ellos han comentado que uno de los principales problemas a los que se ha enfrentado la empresa es la masificación de los conductores, sin revisar detenidamente sus referencias. Incluso algunos de ellos han exhortado ha cambiarse ha Didi.
Si bien mucho de los usuarios en la Ciudad de México esperaban con ansias la llegada del sistema de transporte privado chino, éste tendrá que estudiar el mercado y sus problemáticas para realmente mejorar el servicio que ofrece la competencia, tarea que, sin duda, no es fácil, pero tampoco imposible.