Existen días en los que me pregunto el porqué no he borrado Whatsapp. No se si a ustedes les ha pasado por la cabeza esa idea. Yo no puedo negar las divertidas que me doy, pero también, tengo que aceptar lo frenética que se ha convertido mi vida al estar prácticamente como celador del celular. -Hola soy Arturo y tengo problemas con mi forma de textear (aunque le saco mucho provecho, tal vez por eso no lo desaparezco de las apps vigentes en mi cel).
Entre tanto conocimiento, información y tendencias de comunicación tecnológica, lo que nos ha rebasado es la interacción. Las redes sociales virtuales exponenciaron nuestra presencia personal y empresarial, al tiempo que generaron el compromiso de permanecer “disponibles”, la premisa actual es que las personas, fundaciones, gobiernos y comercios, no comemos, no dormimos y además podemos sintetizar las emociones en un ícono.
Dice la experta española Elia Guardiola “La felicidad radica en silenciar todos los grupos del Whats”. En meses y meses, no he encontrado una frase tan cierta y efectiva. Claro, la invitación de la frase encierra dejar activos aquellos que nos dan de comer, los que son nuestra fuente de información para asesorías, los que aunque quisiera uno zafarse, tiene uno que chutarse para salvar el pellejo.
Lo molesto del título de mi colaboración radica en que en la actualidad nos comunicamos al mismo tiempo en planos diversos con la negligencia de creer que al emitir un mensaje las cosas se hacen o resuelven. La gente manda un mensaje y cree que al mismo tiempo le pico al botón mágico de ejecutar ¿dónde quedaron las llamadas, las juntas, los oficios, manuales y procesos?
Me imagino que ya le ha pasado ese fenómeno, sucede que te mandan un mensaje “inbox” para pedirte el mail, o un mail donde te piden el celular par poder mandarte whats, ya en el whats te mandan cartas divididas por renglones para caer en la cuenta que era mejor tener un mail para poder enviar la información.
Los grupos son un método efectivo para la comunicación amistosa y profesional, lo malo de ellos es que entre la chorcha y cotorreo, las encomiendas e instrucciones, la conversación se mezcla. Cada persona interpreta, emite comentarios, fotos y videos, bajo su criterio, es ahí donde hay muchas facturas de ansiedad ante el psicólogo por cubrir.
En la parte que nos toca del marketing, esta aplicación se ha convertido en una herramienta indispensable de los negocios, incluso algunos de ellos colocan los números en su publicidad para poder ser contactos, para lograr ventas, contrataciones y entregas a domicilio. Es por ello que a pesar de mis pesares, le comparto 5 puntos por los que debemos de apostarle de manera más insistente a esta red.
- Existen 120 millones de usuarios ¿cuántos le tocan? Por tanto la tarea a realizar, son bases de datos, para de esta manera poder hacerles llegar contenido.
- Envío segmentado, las bases de datos, ayudan a desarrollar contenido específico según el target y la oferta. Procure ser meticuloso con la cantidad de mensajes, la extensión y el tono.
- Construya una estrategia comunicacional, defina su discurso empresarial y elaboré contenidos con fotos, videos, música, gifs y audios.
- Reenvío, eso es lo que se busca a ciencia cierta, pues se basa en que una pequeña población, pase de receptor a emisor, ya por el interés, oportunidad o diversión que genera el contenido.
- Cuide a su audiencia, no la sature, pero tampoco la deje al margen de la orfandad comunicacional. Al comenzar una campaña de relaciones publicas digitales, es importante generar el compromiso de la periodicidad, respuesta y atención gentil.
Como les he contado columnas atrás, recibo mensajes una o dos veces al mes, de parte de la tienda Adolfo Domínguez, ellos han sabido sacarle partido al whats con los puntos anteriores. Me envían fotos de las colecciones, me notifican de las promociones y ofertas, continuamente me invitan a visitar la tienda y de manera muy efectiva responden a mis dudas.
El Whatsapp es una herramienta ideal para el marketing, ya sea para generar presencia y por tanto pregnancia, así como para difundir oportunidades de negocios, para contratar servicios, ofrecer vacantes, estimular las ventas y para dar a conocer el servicio de entrega a domicilio, así como interesar a los clientes asiduos o persuadir a los esporádicos. Ahora con las historias o momentos que se colocan muy parecidas al Snap o Instagram, se puede contar con otro escaparate, el cual invita a la interacción fresca y casual, un paso que algunos han comprendido y por tanto le sacan jugo al destinar esfuerzos, presupuestos y campañas bien direccionadas bajo un estilo que empata con su marca.
