El próximo viernes 13 de enero, se conmemora el Día Mundial de Lucha contra la Depresión, una enfermedad que cada día se hace más presente en todo el mundo. La Organización Mundial de la Salud, estima que al menos 322 millones de personas a nivel mundial viven con depresión, lo que representa un 18 por ciento más que hace una década. Lo alarmante de la situación es que según un estudio presentado por la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica, las personas que atraviesan por un cuadro depresivo presentan 21 veces más riesgo de intentar quitarse la vida. Por ello, es fundamental crear conciencia sobre la importancia de la salud mental en las empresas para las que trabajamos.
Saber con precisión qué causa la depresión, es un tema muy complejo, sin embargo, existen ciertos factores que pueden identificarse con mayor facilidad. Algunos se relacionan directamente con acontecimientos en nuestras vidas como la muerte de un ser querido o el diagnóstico de una enfermedad grave, también pueden ser de otra índole como factores sociodemográficos, factores genéticos y neurológicos, factores personales, experiencias adversas e incluso la comorbilidad.
Este padecimiento se caracteriza por un estado de ánimo bajo, disminución del interés, deterioro de la función cognitiva y problemas del sueño o del apetito. Además tiene una tendencia a la cronificación, lo que genera sufrimiento e incapacidad prolongada. Más allá de compartir información para crear conciencia entre nuestros conocidos, debemos aprovechar nuestra posición como creadores de mensajes para difundir con mayor grado de exposición algunas acciones que puedan contribuir en la lucha contra la depresión.
Una opción son los blogs, en los cuales a través de artículos podemos darle voz a instituciones de salud y organizaciones en general, que aporten información destacada sobre la depresión y otras enfermedades mentales, resultados de investigaciones recientes o programas de ayuda, entre otros temas.
De manera interna, es necesario implementar programas que permitan sensibilizar a nuestros colaboradores sobre el tema de la depresión, y de esta forma prevenir que se presenten casos dentro de nuestros centros de trabajo o en los círculos cercanos de los empleados. El primer paso podría ser crear lugares seguros en donde todos se sientan con la confianza y la comodidad de hablar sobre cómo se sienten y dar el primer paso. No se trata sólo de efectuar acciones aisladas, sino de establecer todas las herramientas necesarias para la identificación y el análisis de los factores de riesgo psicosocial, a través de la evaluación de las actividades y procesos dentro de nuestros espacios laborales, ya que incluso es un requerimiento de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, a través de la Norma Oficial Mexicana 35.
Si identificamos y conocemos alguna persona que esté atravesando por algún episodio de depresión, estar bien informados será una ventaja, ya que podemos apoyarlos en la búsqueda de la ayuda de algún experto en el tema, que le pueda brindar el tratamiento adecuado y correcto. Además, entablar una buena comunicación es fundamental en estos casos, debemos procurar que sea frecuente y efectiva, tanto para tener conversaciones laborales, como para actividades recreativas que ayudan a los empleados a desestresarse y conectarse como equipo.
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