En varias ocasiones tal vez le ha tocado emprender un esfuerzo de BTL, lo ha hecho bajo un escenario ganador y por tanto sus resultados le han dejado bien parado. Sin embargo, existe una sensación poco favorable, la cual se basa en no saber cual es el siguiente paso.
Por un lado, la planeación evita tales partes en donde parece que hay poco o nada por hacer, nos ayuda a comprender que tal vez es momento para registrar la campaña que se realizó, generar directorios o atención a las personas que participaron, tal vez es el momento propicio para hacer reuniones de retroalimentación, así como planes para el futuro.
El BTL que se ha realizado de manera correcta, provoca un estado de movimiento para la marca y personas encargadas de la misma, una dinámica de mucha actividad, por lo que el suponer que no se tiene nada por hacer, nos dice, que tal vez no se han comprendido las rutas y ciclos del producto, las campañas y la empresa.
Los tiempos muertos, no son tan muertos. Los tiempos que parecen inactivos son espacios que deben ser aplicados con acciones “invisibles” para los consumidores, pero visibles para la construcción de políticas empresariales sólidas.
Les comparto algunos puntos que debe de tener en cuenta al concluir una campaña:
- Hacer el recuento de los daños no es opcional, es una tarea administrativa y además una manera accesible de saber si estamos invirtiendo correctamente los recursos.
- Evaluar si el BTL debe ser la opción o si es necesario convertirla en otra perspectiva publicitaria.
- Agregar carácter con reinterpretaciones de una campaña ya existente, por ejemplo el reto Pepsi se ha hecho infinidad de veces, sin embargo, siempre le modifican algo, por lo menos parte de los gráficos.
- Haga de la experiencia de BTL realizada una mina de oro o mejor dicho una mina de información, recuerde que cuando ha realizado campañas personalizadas, al mismo tiempo estudia las conductas del mercado, en particular de los segmentos o nichos que le interesan.
- Después de cualquier campaña toca exprimirla con algunas otras acciones, por ejemplo, lo que sucedió offline, se puede transportar a la vida de las plataformas digitales. En ocasiones salen frases o argumentos discursivos que se pueden emplear en los puntos de venta o en futuras campañas, empoderando así a la marca.
El BTL es una de las tendencias que cada vez adquiere mayor fuerza en el mundo, en nuestro país el medio para el que escribo, ha proyectado que este 2017 tendrá un impacto por 54,220mdp, para que se de una idea, el 2016 contamos con una participación de 48,467mdp.
Los indicadores son nuestros aliados, por eso, después del BTL nos toca hacer estrategias, para que las campañas vuelvan a sorprender y agradar a las audiencias meta.
