Un producto se compone por el artículo que será consumido por el cliente, pero también por su packaging e incluso por el embalaje que utiliza y las etiquetas con las que cuenta y que muchas veces (sino es que en la mayoría de los casos) puede servir como un elemento promocional de la marca. Sin embargo, hay ocasiones en las que (ya por descuido, ya por falta de conocimientos) no se usa correctamente el etiquetado para hacer promoción de la firma en cuestión. ¿Cuales son los errores más comunes al momento de trabajar con esta cuestión? Precisamente en las siguientes líneas ahondaremos más en algunos de los principales retos que surgen en este tema.
Como ya comentamos, en muchas ocasiones, hay descuidos que nos conducen a un error al momento de utilizar el etiquetado como un elemento. Un gran ejemplo de esto viene cuando, de fábrica, se están colocando mal las etiquetas, lo que impide que, una vez que llegan al anaquel en el punto de venta, no puedan ser vistas correctamente por el shopper.
Relacionado con esta causa, otro problema que se puede presentar con el etiquetado al momento de utilizarlo como elemento promocional es que, también de fabrica se haya dañado la etiqueta, por lo que tampoco se pueda apreciar correctamente el mensaje que se le quiere transmitir al consumidor.
Si nos referimos a la falta de conocimientos como una causa se de errores al momentos de utilizar el etiquetado como elemento promocional, los desafíos que pueden surgir son de distintos tipos. Uno de los principales es que la etiqueta venga saturada de información.
Otro error recurrente que puede surgir con el etiquetado es que el material este incorrectamente diseñado, lo cual dificulte su lectura. Una mala distribución de la información puede desalentar al lector a consultar el contenido que se le está proporcionando en dicho espacio.