La cadena de restaurantes Chick-fil-A se ha convertido en la número uno de los fast food retail que venden pollo a vender tres veces más que los restaurantes KFC.
El promedio de ventas por restaurante de Chick-fil-A fue de 3.1 millones de dólares, en comparaciones de lo 960 mil dólares que obtuvo KFC en ese mismo año.
De acuerdo con analistas estadounidenses, el éxito de Chick-fil-A se debe a dos factores que es la combinación de excelente comida con un gran servicio al cliente, ya que la cadena siempre encabeza las encuestas de esta categoría, en las que las personas destacan la limpieza, rapidez, servicio y empleados trabajadores.
Otra causa de éxito de Chick-fil-A es su base restaurante-por-restaurante que parte del modelo de negocio peculiar de la cadena. Ya que la compañía acepta sólo un 0.4% de los franquiciados, una de las cadenas más selectivas de la industria.
Los operadores no poseen ni reciben ninguna equidad en su negocio y sólo pueden abrir un solo lugar.