Realizar un evento a partir de una estrategia es fundamental. Evidentemente, a través del brief se establecen las acciones a realizar, que sin duda demanda un esfuerzo creativo junto con el cliente para conocer su mercado-consumidor, posicionamiento y objetivos de negocio buscados.
Estudios de inputs, oportunidades de mercado, posicionamiento, campañas a realizar, concepto del evento y resultados son algunas de las tareas que marcas y agencias realizan para llegar al resultado deseado.
Es importante involucrar a creativo y al productor. Ambos entenderán desde su perspectiva el requerimiento del cliente y ambos ayudan a la creación de una idea sólida y ejecutable. Pero, en ocasiones, será importante reflexionar la propuesta de la marca para evitar el rechazo de un proyecto. He ahí la importancia del contrabrief, ya que muchas veces, en la toma del brief, por muchos motivos, no se comprende la necesidad real del cliente y el contrabrief es la oportunidad para esclarecer dudas y estar seguro que tus caminos creativos y estrategias van en línea o los tienes que corregir. Además, de esta forma se llega con una propuesta acorde a las necesidades del cliente.
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La manera más asertiva para poder presentar una propuesta ganadora, y en consecuencia, poder entregar un gran evento o servicio al cliente, es el poder contar con una comunicación lo más abierta posible entre ambas partes durante el armado de las propuestas, ya que el esquema estructurado de solo limitar las propuestas a briefs y contrabriefs, genera que dicha interacción sea muy limitada o inclusive nula, y ello juega en contra del mismo cliente, al no poder tener total claridad de lo que el cliente está esperando.
Es sumamente difícil que un brief contenga todos los pormenores de lo que el cliente espera del evento. Por lo anterior, se considera que los briefs y contrabirefs son una buena herramienta de iniciar un proceso de armado de propuestas, pero no deben de ser el único punto de contacto por parte del cliente, así como el proceso no debe de ser tan cerrado o inflexible, de tal forma que no permita el que la propuesta se enriquezca con aclaraciones o sugerencias de las agencias.