- Llevar las entregas a su destino final implica una cantidad monumental de orquestación y, sin embargo, es más probable que surjan problemas durante las etapas finales de este proceso que en cualquier otro punto.
La única forma de minimizar las posibilidades de contratiempos en el last mile delivery es comprender qué puede salir mal y tomar medidas para evitar los errores, a continuación develamos los acertijos más comunes y las posibles soluciones.
Clientes que se mantienen en la oscuridad
Cuando los productos están listos para la entrega, la reputación de tu marca está en el filo de la navaja, y una de las cosas que pueden frustrar a los clientes en este momento es si no saben dónde están sus artículos y si están a tiempo para llegar a un destino particular en el tiempo.
Aquí es donde el seguimiento del last mile delivery entra en juego, no solo te brinda el poder de trazar el progreso realizado por los conductores en tiempo real, sino que también te permite conectarte con los clientes para que tengan la misma información que tú.
Lo mejor de todo es que esto se puede automatizar para que las actualizaciones se envíen sobre la marcha, y las ventanas de delivery se pueden reducir a una cuestión de horas o incluso minutos.
Los costos suben más
Hay un precio a pagar por entregar productos a la puerta de los clientes y, sin embargo, esto rara vez es algo que los compradores estén dispuestos a asumir cuando llegan a la caja.
Debido a esto, los retailers deben asegurarse de que su infraestructura de delivery funcione de la manera más eficiente posible, de modo que no sufran un impacto cada vez mayor para proporcionar el envío barato o gratuito que los clientes esperan.
El software de planificación de rutas que no solo optimiza cosas como la eficiencia del combustible sino que también tiene en cuenta la congestión y los cierres de carreteras, es una forma de limitar los costos de last mile delivery tanto como sea posible.
Del mismo modo, hacer que el mantenimiento preventivo sea una prioridad para la flota de delivery es en realidad una medida de ahorro de costos, ya que reduce las posibilidades de averías y reduce su exposición al daño a la reputación causado por los retrasos en los que inevitablemente incurren tales desastres.
La mano del destino
La cantidad de variables involucradas en las operaciones de last mile delivery es enorme y va más allá de la mera congestión. La interrupción puede ocurrir debido a todo, desde las inclemencias del tiempo hasta los inconvenientes relacionados con el cliente.
Como tal, es aconsejable que los retailers planifiquen tantos eventos desafortunados como sea posible y establezcan contingencias que aseguren que un pequeño contratiempo no tenga un efecto dominó y provoque interrupciones en toda la logística del delivery.
Fragmentación de la comunicación
Si bien la era moderna presenta a las empresas muchas formas de mantenerse en contacto con los miembros del equipo, esto puede pasar a convertirse en un problema cuando se utilizan demasiadas plataformas de comunicación diferentes.
Es sensato consolidar tu configuración para que consista en una herramienta estandarizada a través de la cual los conductores y los administradores de flotas puedan mantenerse actualizados entre sí.
Esto también debe vincularse con los medios que tienes para ponerte en contacto con los clientes, ya que el enfoque holístico beneficiará a todos los involucrados en el entorno de last mile delivery.
Daño
Finalmente, si los bienes se dañan en tránsito, esto generará clientes descontentos, así como costos adicionales para tu empresa, ya que es necesario procesar las devoluciones y buscar reemplazos.
Será necesario realizar cálculos cuidadosos, pero podría ser conveniente invertir en un packaging más resistente, así como en capacitación adicional del conductor, para que los daños y el desperdicio se limiten tanto como sea posible. La sostenibilidad también es una preocupación, por lo tanto, utiliza materiales de embalaje reciclables en lugar de plásticos.
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