Cuando hablamos de marcas, nos referimos a un nombre, término, signo, símbolo o diseño, o combinación de los anteriores, cuyo propósito es identificar los bienes o servicios de un vendedor, o grupo de vendedores, y de esta manera, permite diferenciarla de la competencia.
De esta manera, una marca es un factor de venta porque es, en esencia, la promesa de una parte vendedora de proporcionar, de forma consistente a los consumidores, un conjunto de específico de características, beneficios y servicios.
Al final, las mejores marcas comunican una garantía de calidad, sin embargo una marca aún tiene significados que van más allá de una comunicación ‘superficial’. A continuación te mencionamos los elementos que dan identidad a una marca:
- Atributos. Lo que la marca trae a la mente del consumidor.
- Beneficios. Los atributos que se traducen en beneficios funcionales y emocionales.
- Valores. La marca dice algo acerca de los valores del productor.
- Cultura. La marca podría representar cierta cultura.
- Personalidad. La marca proyecta una personalidad.
- Usuario. La marca sugiere el tipo de cliente que compra o usa el producto.
El valor de una marca
Sin embargo, ¿de qué depende su valor?
Las marcas difieren en el valor que tienen en el mercado. Pero se puede distinguir su valor a través de algunos niveles de actitud de los clientes hacia una marca como:
- El cliente está satisfecho e incurriría en costos al costos al cambiar de marca.
- El cliente aprecia la marca y al ve como una amiga.
- El cliente es devoto de la marca.
En resumen, el valor de una marca está relacionado con la cantidad de clientes que están satisfechos, aprecian a la marca y son fieles a ella. Además, un valor de marca alto permite a las compañías tener costos de marketing más bajos, gracias a la conciencia de marca y lealtad de los consumidores.