En la última década, el comercio electrónico ha registrado un crecimiento significativo a nivel mundial no solo por una mayor confianza por parte del cliente hacia los e-tailers y marketplaces, estilo de vida y hábitos de compra, sino también por el uso de dispositivos móviles como medio de búsqueda de información, adquisición de bienes y servicios y para realizar pagos, aunado al uso de nuevas tecnologías y cambios en procesos logísticos que hacen el canal online de venta mucho más eficiente.
Cifras reveladas por eMarketer indican que en 2014 las ventas solo a través de retailers en línea ascendieron a 1,336 millones de dólares en todo el globo. Cuatro años después este monto superó los 2,900 millones de dólares; mientras que para 2023, pronósticos de la agencia de investigación indican que la suma estaría llegando hasta los 6,542 millones de dólares.
Otro dato numérico que resulta clave en el comercio electrónico es la cantidad de compradores, pues al término de 2019 eMarketer también muestra que, a nivel internacional, habrá alrededor de 1,920 millones de shoppers, y para el 2021 incrementaría hasta alcanzar los 2,140 millones.
Aun con un crecimiento más lento del e-commerce en ciertas regiones y con los retos que tiene el canal digital, en términos logísticos, es claro que su relevancia irá en aumento ante una mayor adopción y preferencia por parte de la gente.
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