Noté muy insistente a mi prometida por ir cuanto antes, según me dijo, a Expo Colchón. Las mujeres cuando se fijan el objetivo de casarse, lo toman muy pero muy en serio. Durante toda la semana la noté muy emocionada por los múltiples descuentos que sucederían si asistíamos a tal expo del sueño y todo lo que implicaba: “seguro ahorraremos mucho dinero y compraremos algo muy bueno…” me dijo muy ilusionada.
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Ella se enteró de esta expo por la radio, por un anuncio. Total que asistimos de la mano a tal acontecimiento de colchones, ella mucho más ilusionada que yo. La estrategia de hacer una expo de lo que sea en un lugar o venue donde se acostumbra ver muchas expos de todo, me parece una idea muy inteligente porque sensibilizas al cliente de que la experiencia será un ahorro seguro.
Llegamos a la expo colchón y había muchas parejas como nosotros , enseguida nos capturó un vendedor que no nos soltó en ningún momento hasta que nos vendió un colchón de 12mil pesos –algo así como mil dólares-. Los expositores eran sólo de Dormimundo –marca distribuidora de colchones líder en México-, no era una expo como tal, sólo una ampliación de un piso de ventas pero con el formato de una expo. Interesante como el mensaje que le dieron a mi prometida es que se trataba de una clásica expo con diferentes marcas vendedoras de colchones, pero en realidad lo que hicieron es rentar un venue en donde normalmente se hacen expos. Salieron a captar clientes buscadores de precios y de expos , más allá de su piso de ventas, ¿Es un engaño? No necesariamente, quizá para algunos sí. Quizá le dieron la vuelta a la experiencia para alcanzar a clientes buscadores de precios, ¿Y yo? Ya duermo en un colchón nuevo y más cómodo.
