En el marketing BTL, una de las herramientas más importantes con las que se puede trabajar es con los patrocinios. Por medio de este acuerdo, tanto patrocinador como patrocinado obtienen un beneficio que puede ayudarlos a impulsar una marca. Sin embargo, cabe destacar que este apoyo pactado entre firmas no sólo es monerario, como muchos han pensado, sino que se puede expresar de distintos modos. Precisamente en las siguientes líneas mencionaremos algunos de los tipos más usuales que existen.
Como bien mencionábamos en el párrafo anterior anterior, uno de los tipos de patrocinios más usuales son los monetarios. Un patrocinador le brinda una cantidad de dinero al patrocinado con tal que conseguir exposición en aquello que esté realizando, ya sea un evento o un producto.
Un ejemplo muy claro se puede apreciar en los eventos musicales. El patrocinado busca el apoyo de un patrocinador para poder realizar un concierto, en cambio, éste le ofrece un espacio para colocar un stand o puede imprimir su logo en distintos materiales.
Otro tipo de patrocinio es aquel que se da en especie. Esto quiere decir que a cambio de exposición de marca o alguna otra cosa, el patrocinador ofrece una cierta cantidad de sus productos.
Este caso resulta particularmente interesante, puesto que, además de que se puede contar con un espacio en los materiales impresos o con un stand en el evento en cuestión, también se puede considerar que hay un posicionamiento de marca a través del logo de la firma que aparece impreso en el packaging de los artículos que ofreció.
Finalmente está el patrocinio mixto, que se puede considerar como el acuerdo comercial en el que un patrocinador ofrece tanto dinero y productos al patrocinado a cambio de, por ejemplo, haya exposición de marca.
Cabe destacar que al final de cuentas, en el pacto legal establecido para el patrocinio, tanto patrocinador como patrocinado podrán establecer qué es lo que ofrecen y que es lo que piden, siempre que esté, claro, dentro de los márgenes de lo legal.