Un cliente adquiere un producto de un vendedor por una determinada cantidad de dinero. Tal parece que el proceso de compra es el mismo siempre y en cualquier caso. Lo cierto es que la situación, al menos desde la perspectiva de la mercadotecnia y de la economía, es muy distinta. De hecho, de acuerdo con el comportamiento que tiene el shopper, las compras pueden dividirse en distintos tipos, de acuerdo con La voz de Huston.
Después de contrastar la información de sitios como La voz de Huston, Gestiópolis, Promotienda y Economipedia, se pudo observar que no existía una taxonomía uniforme para los tipos de compra de acuerdo con el comportamiento del cliente. Sin embargo, hay algunos que sí aparecen constantemente en la mayoría de las clasificaciones consultadas.
Básicamente podemos considerar cuatro tipos de compra: de impulso, compleja, variada y habitual, aunque hacia el final del presente artículo complementaremos con otras variantes que nos parece importante mencionar.
La compra por impulso es aquella que hace el shopper con escasa o nula premeditación adquiere un producto, de acuerdo con datos de Promotienda. Usualmente el precio de los artículos que se compran bajo esta modalidad son relativamente bajos.
La compra compleja es aquella en la que el shopper considera distintos factores antes de decidirse por un producto en concreto, según datos de Economipedia. Contrasta las cualidades que tiene un artículo de una determinada marca respecto a otro, principalmente porque el insumo que piensa adquirir tiene un valor considerablemente elevado, entonces percibe un riesgo de su inversión.
La compra variada es cuando el shopper adquiere, con tal de no caer en la rutina de adquirir una sola marca, otras distintas distintas. Cabe destacar que la decisión de compra no es complejo.
Finalmente tenemos la compra habitual, en la cual el shopper adquiere un producto de modo inercial, basándose principalmente en la costumbre. La decisión de compra tampoco es compleja, ya que usualmente el cliente elige aquello que le parece más familiar, sin importar mucho la marca.
Otros de los tipos de compra que se mencionan son la de descarte (donde se elige un producto luego comparar varios artículos y descartar los que no cumplen con lo que se quiere) y la de proximidad (en la que se adquieren productos de primera necesidad).