En todos los retailers es común encontrar zonas conocidas como puntos fríos y calientes. Generalmente tiendas como supermercados o tiendas de conveniencia definen estos sitios de la siguiente manera:
Puntos calientes
Se trata de espacios con un importante flujo o concentración de clientes, por lo cual, son los puntos con mayor accesibilidad y más visibles de un retailer.
Puntos fríos
Por otro lado, los puntos fríos son las zonas en las cuales los productos no tienen un buen rendimiento o donde solo se encuentran productos de primera necesidad.
Como ves, estas zonas cuentan con características que, notoriamente, las hacen muy diferentes. Los puntos calientes se pueden encontrar en lugares como la zona de cajas, frutería, panaderías y góndolas bien iluminadas. Mientras que los puntos fríos se caracterizan por contar con zonas con poca iluminación, sin salidas, en las esquinas, entre otros.
No obstante, en esta ocasión te presentamos un ejemplo de lo que podríamos llamar un punto extra frío. Como podrás notar en las siguientes fotografías, gracias a una falla en la luz del pasillo un punto caliente se convirtió en un punto frío. Además, de que las personas no podrían transitar con buena comodidad por el pasillo. Probablemente el supermercado olvidó cuidar ese aspecto. Quizá no afectó las ventas del día, pero posiblemente, los clientes se llevaron una mala experiencia, o en su caso, quedaron confundidos en esta situación.
Cabe señalar que esta situación es una desventaja para los retailers porque los productos pierden impacto en el punto de venta e, indudablemente, daña la imagen de las marcas. Porque en lugar de favorecer las compras, gracias a la optimización del espacio de venta, se limita el impacto de la imagen de marca.
A continuación, te mostramos algunos ejemplos de este punto caliente, ¡extra frío!:
