En cualquier retailer no todos los productos se venden en la misma cantidad ni a la misma velocidad. Hay algunos que, debido a distintos factores, son adquiridos por los clientes de manera menos frecuente, mientras que hay otros que incluso se pueden consumidor diario. Si nos guiamos por estos dos extremos, podemos considerar que hay artículos de alta rotación y otros de baja. Sin embargo, ¿qué ejemplos hay de cada categoría y cuáles son las principales diferencia con las que cuenta?
Los productos de alta rotación son aquellos que deben se venden con mucha frecuencia, por lo que sus existencia deben ser renovadas constantemente. Algunos de los artículos que pertenecen a esta categoría son los comestibles, como la leche o el pan, los cuales son adquiridos prácticamente diario por los clientes, por lo que deben ser resurtidos diariamente.
Usualmente este tipo de productos se encuentran en las zonas frías del punto de venta, con la finalidad de motivar a los clientes a pasar por las zonas calientes donde se encuentran los artículos de baja rotación, con la finalidad de fomentar la venta. Sin embargo, existen excepciones como los productos de impulso regularmente se encuentran en la línea de cajas.
En contraste, los productos se baja rotación son aquellos que son adquiridos con poca regularidad, por lo que pueden pasar largos periodos de tiempo antes de que se tengan que renovar las existencias que hay en un punto de venta.
Al contrario de los artículos de baja rotación, este tipo de artículos se encuentra en las zonas calientes de un punto de venta (a la entrada del retailer, por ejemplo), con la finalidad de aumentar la visibilidad con la que cuentan y sean comprados con mayor rapidez por los clientes.
Artículos de tlapalería o electrónicos con algunos de los principales ejemplos que existen de este último tipo de artículos.