A diferencia de la venta activa, una de las principales ventajas que se tienen es que el vendedor está presente con el cliente para invitarlo a comprar un determinado producto o servicio; sin embargo, tenemos la otra cara de la moneda: la venta pasiva, en la cual, distintos elementos son los que ayudan a persuadir (de manera silenciosa) al shopper para que compre algo. Uno de los elementos que se utiliza para realizar esta última es el material POP (o en el punto de venta), pero para usarlo eficientemente se necesitan tomar en cuenta ciertos aspectos.
El espacio en el que se colocará el material POP es uno de los aspectos más importantes a considerar. Definitivamente, antes de realizar cualquier stand o mostrador, es necesario saber cuáles son las dimensiones de las que se dispone para que el producto embone perfectamente y no haya algún inconveniente. Por supuesto, también es oportuno considerar las medidas de los artículos que se van a promocionar en ese lugar.
Es importante realizar un material POP que sólo sea funcional, sino que también sea llamativo. Para esto, es conveniente que el stand o lo que sea que se realizará esté generado con una alta dosis de creatividad. Incluso, y en función del presupuesto con el que se cuente, es conveniente incluir algunas implementaciones tecnológicas, como pantallas, sonido o alguna otra.
Al momento de realizar el material POP es necesario que para definir su imagen se considere tanto la personalidad de la marca como su identidad gráfica. El espacio que se genere debe estar brandeado, con la finalidad que que el cliente no sólo reconozca la firma, sino también que se quede marcada en su memoria.
También es conveniente saber cuál es el mejor material POP que se va a generar en función del lugar en el punto de venta en el que se podrán, para sacarle el mayor provecho posible.