La industria de la moda no sólo genera una cantidad importante de ingresos, sino que también tiene sus peculiaridades respecto a otros segmentos minoristas, los cuales hay que tomar en cuenta no sólo cuando se realiza un producto, sino también cuando se distribuye y se genera una determinada campaña de marketing. Para encargarse de su promoción, este segmento se apoya en distintas herramientas, sobre las cuales platicaremos en las siguientes líneas.
Una de las principales herramientas de las que hecha la mano el retail apparel es el fashion merchandising, elemento que no sólo se encarga de realizar investigaciones estratégicas de cómo funciona una determinada marca en el mercado de la moda, sino también para gestionar la cantidad de ciertas prendas que se producen y la gestión del stock.
Por supuesto, el visual merchandising es fundamental cuando se trabaja con el retail apparel: el acomodo de la mercancía en el punto de venta, la iluminación, las dimensiones de los exhibidores son aspectos que puede ayudar a un cliente a definir su decisión de compra.
Bajo este mismo tenor, otra de las herramientas en las que se apoya el retail apparel es el escaparatismo. Un buen escaparate no sólo ayuda a contar una historia que sea atractiva para los clientes, sino que también sirve como una tarjeta de presentación para que las personas entre a un punto de venta y decidan adquirir alguna de las prendas que están en ventas.
El marketing directo también a la venta minorista de calzado o de ropa, puesto que por medio de herramientas como el emailing se puede desarrollar una comunicación directa con las personas, lo cual no sólo incrementa considerablemente el engagement, sino que también se les pueden hacer llegar promociones personalizadas, las cuales, sin duda resultan ser considerablemente más atractivas y que pueden incluso generar un mayor retorno de inversión.
