Junto con la plaza, el producto y la promoción, cuánto cuesta un producto es uno de los factores fundamentales que se tienen que considerar en prácticamente cualquier estrategia del mix de marketing. Para esto, es importante realizar una buena estrategia de precios, que no sólo logre ser efectiva, sino que también sea atractiva para los clientes. Sin embargo, ¿cuáles son las mejores prácticas para hacerla? A continuación destacaremos algunos de los puntos más importantes sobre este tema del below the line.
Si bien es cierto que cada empresa establece los criterios y las técnicas que utiliza para hacer una estrategia de precios, lo cierto es que prácticamente todas las compañías pueden realizar un benchmarking para saber si lo que pretenden cobrar se encuentra dentro del rango de las demás compañías, además de que también se pueden detectar qué estrategias están funcionando mejor para cierta categoría.
También es importante conocer las cualidades con las que cuenta un determinado producto, las cuales son capaces de proporcionarle un cierto valor, por el cual estarán pagando las personas. Por supuesto, a esto habrá que añadir el grado de calidad que presenta un producto, así como lo insumos y procesos que se utilizaron para su creación, pues también son características que le añaden valor a un artículo.
Es importante contar con un estudio socioeconómico del público meta al que irá dirigido el producto para el cual se está trabajando en la estrategia de precios. ¿Por qué? con esta información se pueden establecer cuáles son los rangos óptimos en los que se puede hacer fijar este valor.
Dependiendo si el producto está en la etapa de lanzamiento o en la de posicionamiento, por mencionar algunas, se tendrá que elegir una estrategia adecuada, con la finalidad no sólo de generar ventas, sino también de que el margen de ganancia con el que se trabaja sea considerable.
