Cada día salen nuevas empresas, las cuales crean nuevos productos. ¿Cómo diferenciarse unos de otros? La respuesta a esta pregunta está en la ventaja, que se considera como la superioridad o mejora que tiene una cosa o una persona respecto a otra de la misma categoría. Sin embargo, en el mundo empresarial y de la economía existen distintos tipos de ventajas, entre las que destacan la competitiva y la comparativa. Ambas han sido utilizadas muchas veces como sinónimos; sin embargo, son conceptos muy diferentes, sobre los cuales te platicaremos en las siguientes líneas, además de que también mencionaremos las diferencias con las que cuenta.
¿Qué es la ventaja comparativa? De acuerdo con información de Economipedia, se puede definir como la capacidad con la que cuenta una empresa o una persona para producir algo con menos recurso que otra.
La ventaja competitiva, según datos de Foro Capital PyMES, se define como la serie de cualidades con las que cuenta un producto o servicio respecto a sus competidores y que lo pone en una posición de superioridad respecto a otras marcas.
Este sitio hace una anotación interesante: la ventaja competitiva es la cualidad con la que cuenta un producto, servicio o empresa que lo aísla de sus competidores. ¿Cómo es esto posible? Al ponerlo en una posición de superioridad, lo segrega prácticamente del resto.
Pensemos en algunos ejemplos. Supongamos que hay un puesto de comida que vende determinado tipo de alimentos preparados. En la esquina siguiente, hay otro local que vende el mismo tipo de productos, pero éste último los hace más baratos. Entonces el segundo tiene una ventaja comparativa respecto al primero.
La ventaja competitiva, en nuestro ejemplo, se presentaría cuando los alimentos que prepara el primer local utilizan productos gourmet para realizar las comidas.