Hoy en día, ser un retailer o empresa omnicanal se ha tornado una necesidad que cada día compañías y minoristas se toman muy en serio y trabajan por estar en ambos canales.
Antes solía considerarse que lo online y offline eran dos vías que discrepaban una de la otra, y que incluso una empresa debía elegir una sobre otra. Ahora, la realidad es que grandes retailers apuestan por ambos canales y así llegar a un mayor número de clientes, al tiempo que responden a las demandas de un target que va y viene de un PDV y sitios web.
Las ventas netas totales estimadas en México al concluir este año son de 490 mil millones de dólares, según pronósticos de Deloitte y Planet Retail.
Por otro lado, las ventas mediante comercio electrónico, específicamente de retailers, llegó a los 7,190 millones de dólares, mientras que para el cierre de 2017 se estima un incremento hasta conseguir 8,529 millones de dólares, de acuerdo con Statista.
Ambas cifras reflejan la importancia que tiene la omnicanalidad para este sector, y los diversos beneficios que puede darle, tanto al minorista como al shopper digital y el que prefiere los PDV.
Implicaciones logísticas, principal barrera
Ser omnicanal permite, además de lo ya mencionado, romper con límites geográficos al estar disponibles todos los días, a cualquier hora mediante un sitio web. Pero para lograr esto, y al mismo tiempo mantener un óptimo funcionamiento de la tienda online, requiere de infraestructura especial que brinde soporte y facilite la operación del sitio web.
En este sentido, implicaciones logísticas son el principal factor que obstaculiza la transformación del retailer en un minorista omnicanal.
Errores al momento de pronosticar la demanda de productos y recolección de información sobre hábitos de compra, planificación de inventario, e infraestructura en general son algunas de las barreras que mantienen al retailer en una labor donde aún siguen innovando para considerarse minoristas omnicanal.
Cabe señalar que información de Deloitte indica que al día de hoy se registran 1.5 trillones de dólares en ventas de retail a nivel mundial, mismas que se obtienen de clientes que iniciaron su proceso de compra en línea y concluyeron en tienda física.