Uno de los errores más frecuentes que se cometen en los canales de retail es el etiquetado y por ende, la colocación de precios. Esto ha dado pie a que algunas tiendas tengan que vender productos más baratos o que los consumidores tengan que pagar más incluso por una equivocación de los promotores.
Más notas relacionadas:
“No vamos a subir nuestros precios en México”: Starbucks
Campaña social que ofrece surtido de medicamentos a precios competitivos
Whole Foods abrirá tiendas con precios más bajos (o flota o se hunde)
En el primer caso basta recordar la historia del consumidor Gabriel Estrada, quien se hizo acreedor de una pantalla de plasma de 39 pulgadas en 70 centavos, luego de exigir a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) que se le respetara el precio expuesto en el producto.
Esto se dio en una Bodega Aurrera que está ubicada sobre la antigua carretera vía Mérida, en Campeche.
En este ejemplo Gabriel Estrada salió beneficiado. Sin embargo, hay casos en los que los perjudicados son los consumidores, y en ocasiones, ni cuenta se dan. Por ello es crucial revisar los tickets de compra para verificar que se está pagando lo que se consumió y acorde con el precio mostrado en los anaqueles.
Checa las siguientes imágenes, donde el precio exhibido, así como la promoción, no correspondió con el precio final.