Los contenidos adquiere cada vez más relevancia para las marcas, principalmente porque sirven, cuando se realizan bien, como un buen vehículo para hacerle llegar al público meta mensajes promocionales y anuncios de una manera mucho menos intrusiva. Una de las tendencias que ha logrado posicionarse bien este 2019 es la que se conoce como fast content. Sin embargo, ¿cuál es el formato de contenido que más me conviene usar con este tipo de estrategia? En las siguientes líneas mencionaremos algunas de las herramientas más importantes al respecto.
Antes de entrar de lleno en el tema, es importante mencionar que el fast content se puede comprender como los contenidos breves, concretos y sintéticos, diseñados con estas características para que sean consumidos con relativa rapidez por el público meta.
Los principales formatos usados en el fast content van desde un gif y el video hasta una infografía, pero lo cierto es que pueden ser muy diversos, siempre y cuando cumplan con las principales características de esta técnica de content marketing.
Qué tan visual sea una marca ayudará a definir el tipo de contenido que se quiere generar para la estrategia de fast content. Si la firma en cuestión tiene muchos elementos gráficos, siempre será mejor colocarlo en video o incluso en gif.
Si la marca en cuestión tiene elementos abstractos o implica servicios que no son tan fáciles de explicar en imágenes, lo más conveniente será poner la información que se quiere colocar en una infografía. Si bien no es tan concreta como un video o un gif, sigue siendo mucho más sintética que un texto corrido.
En cualquier caso, es importante medir la respuesta de los contenidos que se generan como parte de la estrategia de fast content, con la finalidad de ver cuáles son los que están teniendo un mayor éxito e implementarlos en futuras ocasiones.
