En un mundo ideal para los publicistas los pósters, postales y espectaculares dejarían de ser puros gráficos, tendrían movimiento y hasta nos hablarían.
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Nos explicarían exactamente lo que nos quieren decir; las modelos de los anuncios de cerveza nos bailarían en vivo y nos darían una probadita de los productos que promocionan. Sin embargo, creo que llenar de movimiento e interactividad a los medios que comúnmente son gráficos no es precisamente la mejor solución a la actual falta de efectividad de los mismos. Opino que la solución sería ver al diseño con cuatro ojos y no con dos.
Con cuatro ojos me refiero a que los encargados de las marcas, a la hora de mandar a hacer un gráfico, no sólo deben pensar en lo que le quieren mostrar al consumidor, es decir, ver al gráfico sólo con dos ojos; sino que además deben de imaginar qué quiere ver el consumidor. Esto es ver al gráfico con sus ojos y con los del consumidor; con cuatro ojos.
Una petición común de trabajo para un diseñador gráfico sería algo así como “el logo más grande” o “además de la dirección de Internet, quiero que se ponga la dirección física”, es más, que hasta se ponga un mapa. Que se incluya en algún espacio la oferta del mes; la foto de la variedad de los productos; el listado de las principales características del producto; los datos del vendedor (nombre, teléfono, extensión, celular, Nextel y el e-mail) y, por último, que el diseño sea cuco por que es para una postal. No necesitamos ser Nostradamus para adivinar que esa postal nunca va a llamar la atención del consumidor.
Como ejemplo de lo que puede lograr un diseño bien enfocado y que contempla las necesidades de las marcas y de los consumidores es el trabajo de Jacek Utko quien ha logrado incrementar en algunos lugares hasta en un 100 por ciento la circulación de los periódicos. Sólo bastó con un cambio en el diseño de los periódicos, pero claro, el cambio se hizo tras escuchar lo que los lectores querían ver. Les dejo el video de TED en el que explica su proeza.
Cada vez me queda más claro que en esto de los gráficos hay que comportarse como mujeres decentes y no como aquellas de moral distraída, es decir, no hay que enseñar todo, sino apenas lo suficiente para despertar el deseo.