Uno problema frecuente al que se enfrentan tanto agencias como marcas es responder cómo se puede renovar e innovar un producto. ¿Cómo se puede resolver esto? La respuesta está en la creatividad. Hay veces que se cuenta de modo innato con esta cualidad; sin embargo, hay otras ocasiones en las que se necesita de apoyo para poder desarrollarla y poder explotarla al máximo. En anteriores artículos de Creatividad más allá del peloteo hemos hablado de las distintas técnicas que sirven para generar una mente creativa, pero para tener un abanico más amplio de herramientas, en esta ocasión te platicaremos sobre el método SCAMPER.
Fusión de otras herramientas creativas, el método SCAMPER consiste en hacer una lista de de verificación verbal a las cuales se someten ideas y conceptos. Dicho de otro modo, es una serie de acciones por las que se hace pasar un planteamiento para que surjan otras nuevas, de acuerdo con datos de Innovaforum.
El término SCAMPER es un acrónimo formado por los verbos por los que se hace pasar una idea para que surjan otras nuevas. Estas acciones son sustituir, combinar, adaptar, modificar, proponer, eliminar y reordenar, según explica Proyecta Innovación.
¿Cómo es que una idea se hace pasar por estas acciones? Se puede realizar por una serie de preguntas: ¿se puede sustituir algún procedimiento o funciones? ¿Se pueden combinar conceptos, ideas o algún empleo? ¿Es posible adaptar el producto a algún otro contexto o público meta? ¿Qué se puede hacer para modificarse? ¿Qué propuestas existen para que sea usado dicho artículo de otro modo? ¿Qué partes o métodos se pueden eliminar? ¿Se pueden reordenar los elementos que lo componen?
Como bien explica Proyéctate Ahora, el método SCAMPER suele utilizarse al momento de querer innovar un producto o un servicio, el cual puede ser sometido a este procedimiento para encontrar nuevas perspectivas del mismo. Por ejemplo, en el packaging de cierto artículo puede pasar por dicho proceso para encontrar algún nuevo uso o modo de realizarlo.