La tranquilidad de la plaza Sherway Gardens, en Toronto, Canadá fue irrumpida por una activación de la marca Mattel, que consistió en sorprender a la gente con un juego en vivo salido de un anuncio que a primera vista parecía un medio publicitario tradicional.
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La activación fue descubierta por un niño demasiado observador que iba caminando por la plaza y se detuvo para ver el anuncio donde un joven promocionaba con una sonrisa uno de los juegos de la marca. De repente, el joven anunciante movió los ojos y el niño captó aquel movimiento y sin espantarse comenzó a interactuar con el joven del anuncio, quien no dudo en invitar al pequeño a jugar.
El juego consistió en adivinar en un determinado tiempo las figuras que dibujaba el joven del anuncio, si el niño adivinaba entonces representantes de Mattel aparecían en la tienda con premios y sorpresas, dejando boquiabiertos a los espectadores y animando a que más personas aceptaran el desafío del anuncio.
El objetivo de la acción fue por un lado posicionar el juego Pictionary y, por el otro, ofrecer a las personas una experiencia juguetona en el momento y lugar menos pensado.