Tomando café con un amigo después de muchos meses de no vernos; platicábamos de todo lo que nos cambió la vida, el estar de una u otra forma trabajando a distancia nos movió todo. Más allá de una plática profunda, nos dimos cuenta de lo mucho que habíamos cambiado y cómo las necesidades fueron obligándonos a ser diferentes. La forma de platicar, la vestimenta, las citas, muchas cosas que cambiaron ¡Y siguen cambiando!
Esto para muchos, fue un verdadero shock, pues la situación vivida nos obligó a salir de nuestra área de “confort” desarrollando nuevas rutinas, apagando muchos “fuegos” y en muchas ocasiones, adaptándonos a situaciones nuevas sin motivos aparentes.
Pero más allá de eso, toda esta situación hizo evidente nuestro lado humano, nuestra forma de ayudar a los demás y, sobre todo, a valorar nuestra vida laboral y lo que impacta como tal en la sociedad. Aunque muchos no lo vean claramente, la sociedad laboral, se ve envuelta en nuevos ejes que obligan a cambiar las reglas de cómo desarrollar el capital intelectual de las empresas.
En cara a esto, vemos que estamos obligados a reflexionar en nosotros mismos y en reconocer que nuestra forma de liderar debe cambiar o ajustarse ante nuevos pensamientos, en nuevas formas de vida para nosotros y los demás. Ahora que estamos en cara de hacer planes para el siguiente año, es momento de revisar lo que la situación nos hizo cambiar y dió resultados positivos.
Y como todo líder, vale la pena auto-examinarse y revisar como están las bases para el desarrollo de este nuevo liderazgo. La evolución cuesta, sobre todo cuando no podemos ver por nosotros mismos. Por lo cual aquí te dejo algunas preguntas básicas que debes considerar para tu evolución personal:
- ¿Tu trabajo es igual que antes? ¿y eso es bueno?
- ¿Sigues haciendo lo mismo en el día a día?
- ¿Qué has mejorado en tu vida y trabajo?
- ¿Qué cosas nuevas has hecho?
- ¿Qué tal el ejercicio?
- ¿A cuántas personas ayudaste últimamente?
- ¿Qué has aprendido?
- ¿Te preocupas más por tu salud?
- ¿Cuántas veces diste las gracias?
Parece broma, pero estas preguntas podrán ayudarte a darte una base de “dónde estás parado”. El ser líder requiere de una integridad total, no basta solamente con un área en especial, es un cúmulo de muchas “aristas” que lo forja, por lo cual evaluar solamente sobre tu trabajo no basta. Se honesto, piensa en profundidad y en perspectiva; no olvidemos que un líder debe evaluar y revisar constantemente su desempeño y sobre todo su imagen ante los demás.
Por lo cual, es momento de revisar tus talentos y tu espíritu para desarrollar otro tipo de habilidades, para saber cómo adaptarte a nuevos retos y cómo poder potencializar las capacidades de los demás.
Hoy en día, las empresas están buscando a líderes que no sólo destaquen por sus conocimientos; están buscando nuevos líderes que nuevamente se adelanten a su época con gran análisis y entendimiento de los demás. Un buen equipo no solo se basa en sus capacidades sino en su perfecta armonía y temple para enfrentar cualquier reto.
Por lo cual te invito a sentar las bases de una nueva era, mucho más humana, más enfocada en el desarrollo de las personas versus su entorno y en pro de sus empresas. Sabemos que esta nueva forma de vivir laboralmente no ha terminado de gestarse; sabemos que muchas cosas retomarán su lugar, pero también sabemos que otras ya no lo harán y ahí es donde estará la oportunidad para esos nuevos líderes que puedan sacar lo mejor de nosotros mismos.
Por lo tanto, arma tu plan personal, dibuja tu nueva forma de ser, atrévete a cambiar y a ajustarte lo necesario para ayudar a este mundo y a tu empresa a ser mejor.
Y tú, ¿cómo construyes tu nueva imagen?
Otras notas que también te pueden interesar:
El futuro del liderazgo: habilidades a buscar en los líderes empresariales post-Covid
En tiempos de pandemia haz oír tu voz de liderazgo
Cómo mantener un liderazgo sólido a través de la inteligencia emocional
