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El 2020 ha sido un año difícil para gran parte de las empresas, el contexto de crisis económica afectó a las compañías, pero sobre todo a los consumidores, que ante las pocas oportunidades laborales, disminución de ingresos y redistribución de gastos, los compradores mexicanos enfrentan una de las peores crisis económicas.
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Estas cifras contrastan aún más con lo publicado recientemente en Forbes. Donde se describe aun país muy lastimado por la pandemia y con consumidores que harán lo necesario para sobrellevar a cuestas por meses próximos. En un año el índice de pobre laboral aumentó en casi 10 puntos, porcentuales, pasó del 35.7 por ciento a 44.5 por ciento.
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Según las previsiones de especialistas el mercado se ira recuperando aunque de manera lenta. Sin embargo de momento las empresas deberán enfrentarse a un consumidor en recesión, con pocos ingresos, y con compras más selectivas.
El 2020 ha sido un año difícil para gran parte de las empresas, el contexto de crisis económica afectó a las compañías, pero sobre todo a los consumidores, que ante las pocas oportunidades laborales, disminución de ingresos y redistribución de gastos, los compradores mexicanos enfrentan una de las peores crisis económicas.
Tal y como como comenta el especialista Juan Carlos Jouve, en un artículo para Expansión, “sobre decir que México además de la Cristi económica mundial, enfrenta una situación de pobreza y desigualdad donde la mayor parte de la población no tiene capacidad de ahorro, dependiendo de un ingreso diarios para vivir”.
Compra de la canasta básica
Estas cifras contrastan aún más con lo publicado recientemente en Forbes. Donde se describe aun país muy lastimado por la pandemia y con consumidores que harán lo necesario para sobrellevar a cuestas por meses próximos. En un año el índice de pobre laboral aumentó en casi 10 puntos, porcentuales, pasó del 35.7 por ciento a 44.5 por ciento.
Es decir en el país al menos 4 de de cada 10 personas en el país no tiene para comprar la canasta básica. De acuerdo a Jorge Sales Boyoli, especialista en derecho laboral, advirtió: “Es pobreza laboral porque no alcanza con el sueldo para comprar la canasta básica. Son personas que tienen empleo, pero no deja de ser una tragedia, ningún trabajador que tenga un empleo debería ser pobre. No les alcanza para vivir de los que ganan, no quiere decir que no coman, porque en muchos casos hay complementos al ingreso que se obtiene por salario, sino que no les alcanza para vivir con lo que ganan”.
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Según datos del IMSS, durante el año se registró la pérdida de 1.1 millones de empleos formales, en los 5 meses de mayor impacto de la contingencia sanitaria, se registró un aumento en el numero de plazas registradas ante el IMSS.
Según las previsiones de especialistas el mercado se ira recuperando aunque de manera lenta. Sin embargo de momento las empresas deberán enfrentarse a un consumidor en recesión, con pocos ingresos, y con compras más selectivas.