Culturalmente se nos ha enseñado a distinguir lo masculino de lo femenino, sin embargo la realidad es que no son extremos opuestos de una misma dimensión. La RAE (Real Academia Española) precisa que la androginia corresponde a “la posesión de rasgos externos que no corresponda definitivamente con los propios de su sexo”, es decir, personas dotadas de una mezcla de características que les permite funcionar adecuadamente en situaciones sociales distintas .
Las diferencias en la orientación en el papel sexual pueden determinar las respuestas a los estímulos del marketing, aunque la evidencia sobre el poder de este factor es confusa. Por ejemplo, los hallazgos de investigación indican que las mujeres llevan un cabo un proceso más elaborado del contenido de la información cuando forman un juicio, mientras que los hombres responden más a temas generales.
Además, las mujeres que poseen un componente de masculinidad relativamente fuerte en su identidad sexual prefieren las imágenes publicitarias donde aparecen mujeres poco tradicionales. Algunas investigaciones indican que las personas con rasgos de identidad muy marcados para su sexo son más sensibles a la exhibición de personajes con determinado papel sexual en los anuncios publicitarios, aunque las mujeres parecen ser más sensibles a las relaciones entre los sexos que los hombres.
Es importante destacar que esta “androginia psicológica” se ha asociado durante mucho tiempo con rasgos como una mejor flexibilidad cognitiva (la capacidad mental para cambiar entre diferentes tareas o pensamientos), competencia social y salud mental. Pero, ¿cómo se relaciona esto con el cerebro? ¿Las personas que son más andróginas en su comportamiento van en contra de su naturaleza biológica, al hacer cosas para las que sus cerebros no están optimizados?
La BBC cita un estudio publicado en la revista Cerebral Cortex que afirma que la androginia psicológica es psicológicamente protectora. Por ejemplo, que está asociada con menos problemas de salud mental como depresión y ansiedad. También se ha relacionado con una mayor creatividad. También sugirió que la mayoría de nosotros probablemente estamos en algún lugar del espectro entre lo que consideramos estereotípicamente un “hombre” y una “mujer”.
Pero, ¿eso significa que las personas que caen en algún punto intermedio tienen un cerebro y un comportamiento más andrógino? Para probar esto, se creo un espectro cerebral utilizando un algoritmo de aprendizaje automático y datos de neuroimagen. Si bien los cerebros masculinos y femeninos son similares, se ha demostrado que la conectividad entre diferentes áreas del cerebro es distinta.
Se usaron estos marcadores de conectividad para caracterizar los cerebros de 9.620 participantes (4.495 hombres y 5.125 mujeres), obteniendo que de hecho, los estos estaban distribuidos en todo el espectro y no solo en los dos extremos. En una submuestra, aproximadamente el 25% de los cerebros se identificaron como hombres, el 25% como mujeres y el 50% se distribuyeron a lo largo de la sección andrógina del espectro.
Además, se descubrió que los participantes que se ubicaron en el centro de este espectro, que representaron a la androginia, tenían menos síntomas de enfermedades de salud mental, como depresión y ansiedad, en comparación con los de los dos extremos. Estos hallazgos apoyan la hipótesis de que existe un concepto de neuroimagen de androginia cerebral, que puede estar asociado con una mejor salud mental de manera similar a la “androginia psicológica”.
Papeles sexuales femeninos
Los papeles sexuales para las mujeres han revolucionado rápidamente. Los cambios sociales, como el considerable aumento de la proporción femenina que trabajan fuera de casa, han modificado la manera en que los hombres las aprecian, la forma en que se valoran a sí mismas y los productos que eligen para comprar. Actualmente, las mujeres modernas participan de manera más activa en las decisiones de compra de productos tradicionalmente masculinos. Por ejemplo, las mujeres compran ahora casi la mitad de todos los condones que se venden en el mercado.
De acuerdo con Infosol uno de los cambios más trascendentes en los papeles sexuales se está presentando en Japón. Las esposas ya no desean vivir a través de las experiencias de sus maridos. Más de la mitad de las mujeres japonesas entre los 25 y los 29 años trabajan o están buscando trabajo. El marketing ha comenzado a mostrar a las mujeres en situaciones profesionales (aunque con frecuencia, todavía en puestos subordinados) e incluso a desarrollar segmentos de mercado femeninos para productos tradicionalmente masculinos como los automóviles.
Papeles sexuales masculinos
Aun cuando el concepto tradicional del hombre ideal, rudo, agresivo, musculoso y que disfruta de deportes y actividades “masculinas”, no ha desaparecido, la definición que da la sociedad al papel masculino está cambiando. Ahora los hombres pueden ser más compasivos y mantener relaciones estrechas con otros hombres. En contraste con la representación de hombres machos que no muestran sentimientos, algunos marketeros están alentando el “lado sensible” de los hombres. El objetivo principal de muchas campañas de publicidad, sobretodo de las empresas cerveceras, consiste en destacar el compañerismo entre los hombres.
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