Una de las herramientas más útiles en la actualidad y de las más comunes en el marketing directo es el emailing. Por medio de correos electrónicos es posible realizar campañas personalizadas para que haya un mayor impacto en el público meta. Existen distintos elementos que conforman los correos electrónicos que se hacen llegar a una base de datos determinada; sin embargo, una de las piezas clave es, sin lugar a dudas, el texto. ¿Cómo debe construirse? ¿Qué hay que tomar en cuenta? Esta son algunas de las preguntas que contestaremos en las siguientes líneas.
Quizá uno de los puntos básicos en la redacción de un mail de una campaña de marketing directo es saber a quién va dirigido el texto, en qué contexto y qué es lo que se quiere comunicar por medio de este material. Para conocer esta información es necesario, en primera instancia, habrá que realizar un estudio para conocer quién es nuestro cliente y cuáles son sus preferencias; en segundo lugar, será de vital importancia conocer el entorno donde se llevará la campaña de marketing directo.
Otra de las cualidades que resulta muy importante al momento de hacer emailing es ser breve y conciso con lo que se quiere transmitir, puesto que usualmente los usuarios de una determinada base de datos reciben muchos correos y lo que menos quieren es que lleguen otros que no sean capaces de captar su atención con rapidez.
El contenido de valor es otro de las cualidades con las que debe contar un texto, porque no tiene sentido generar una estrategia de emailing que simplemente no le dice nada al cliente. Siempre será bueno escribir y reescribir lo que se busca mandar.
Evidentemente se tiene que cuidar la ortografía del texto que se le manda a la gente de las bases de datos, cuestión que se puede lograr gracias por medio de leer y releer todo hasta estar seguros de que está perfecto.